MI ALIMENTO
¡Hoy tiembla mi alma de emoción al recordar
el instante en que a tu beso tan divino
sobre mi rostro los dejaste tú rodar
hasta llegar a mis labios...su destino
¡Y ya mis labios recibieron tembloroso
la vorágine de tantos que siguió...!
¡El embrujo de este amor que es don precioso
al conjuro de los besos resurgió...!
¡Y ahora quiero tus besos a cada instante
Dios a mi alma ese alimento inoculó...!
¡Y hoy que tu dulce boca de mi está distante
ya muy triste en su apetito...se quedó...!