5/12/10

RESURGIR

Va cayendo la tarde lentamente
Mientras el sol se resiste a partir
Y van surgiendo de pronto en mi mente
Ideas que yo quiero resurgir

Y ahí te veo en el pasto sentado
Y el cielo me parece sonreír
Me acerco feliz…me siento a tu lado
Soñando nuestro amor ya revivir

Me envuelven tus palabras y tus besos
Y en la noche estrellada soy feliz
Que hermoso resurgir nuestro embeleso
Aunque mi amor…hoy ya no estás aquí..!

29/9/10

LA VEJEZ

Yo que comprendo tu sentir
y sé lo que añora tu alma
sé de tu fingida calma
y de tu ansia de reprimir
esa juventud que al surgir
en tu vejez ya madura
tiene el fuego que perdura
más sus brazos no dan calor
porque no tienen el ardor
que la vida nos procura


A la vejez guardas rencor
a veces le buscas encantos
pero sé que mientras tanto
tu cuerpo a perdido valor
tu rostro no tiene candor
y todo eso se conjura
sueños que tu ya procuras
no dejar adormecidos
pués por haberlos vividos
te libran de tu amargura


Yo le reprocho a la vida
que nos haga envejecer
pués no me resigno a perder
la juventud tan querida
En el mirar siempre anida
la pasión...fuego votivo
y al controlar los sentidos
cuando ellos intentan vibrar
debemos con pena pensar
que ya hemos envejecido...!

26/9/10

ME PARECE

Me parece una broma pesada del destino
Me parece imposible compreder que ya te fuiste
Me parece inútil pretender algo divino
Pero sin embargo mi alma...aún en verte insiste


Ver la dulce mirada de tus ojos...tu sonrisa
Sentir tu presencia cerca mío...solo un instante
Pensar que puedes aún brindarme una caricia
Y me desespera ésta ilusión cruel...obsesionante


Ilusión absurda que me anula y me desvela
Pensamientos que surgen de mi mente enamorada
¿Como se puede vivir tu ausencia siempre en vela...?
¿Como se puede soportar la nada...de la nada...?


EL SILENCIO

Que triste soledad produce el silencio
Vos queres hablar y nadie te responde
no hay forma de evitar el dolor y pienso
en que lugar del cielo el alma se esconde


En la noche el silencio es inevitable
abrís la puerta y la calle solitaria
nada dice...la ves triste e insondable
¿Y en que pensás...?...¡En la compañía diaria..!


Te falta el ser querido...y no hay reemplazo
y al llegar la luz del día cobra vida
ese afán de verlo... de darle un abrazo
¡Y todo se transforma en ilusión perdida...!

24/9/10

LLEGA LA PRIMAVERA

¡Está llegando mi amor la primavera
y los días amanecen más hermosos
y tú no estás...no caminas a mi vera
¡Todo me parece triste...más tedioso..!


¡Y trato de disfrutar en estos días
la belleza de las flores y del paisaje..!
¡Y quiero pensar que aunque no estás...me espías
desde el cielo y me envías un mensaje...!


¡Y me siento en el jardín...juntos estamos
y aunque sola... me recreo el pensamiento..!
Y extendiendo mi mano...tal vez...volvamos
a sentirnos juntos...solo en el intento...!


19/9/10

SIN ESTRELLAS

Que extraña soledad la del silencio
se parece a una noche sin estrellas
y en esa profunda quietud yo pienso
que sin tu amor ya nada me hace mella


Comprendo que tu ausencia es irreversible
los días pasan con cruel monotonía
y pensar de que lo intento... no es posible
tranquilizar de una vez el alma mía


Solo el tiempo que tan lento va pasando
me consuela dulcemente ésta amargura
seguiré amándote en silencio y mirando
desde mi pensamiento...siempre tu figura

30/8/10

CARTA ABIERTA A LA SRA PRESIDENTA POR LA LEY DEL 82 %

Sra Presidenta me dirijo a Ud con todo respeto , para decirle algo que me gustaría hablarlo personalmente, para que no pensara que me escudo tras ésta hoja de papel, pero como no se me permite hacerlo, he recurrido finalmente a éste medio.-

Es lamentable su actitud en cuanto a no querer resolver un problema de urgente necesidad
para los 6 millones de jubilados que están viviendo en la más desgraciada indigencia.-

Ud dispone del dinero de la caja de los jubilados en beneficio de los jugadores de futbol, entre comprar heladeras para los que no la tienen, y dice que el país va a la ruina si Ud usa nuestro dinero de la caja para lo que realmente debe ser usada, para los jubilados.-

También le digo que es una vergüenza lo que hacen los Diputados y Senadores por asegurarse nuevamente un puesto en la politica, se olvidan que tienen Madre y Padre, y pasan por sobre ellos, y por los jubilados sin importarles de sus necesidades.-

Porque la verdadera política es aquella que reconstruye un país, que cuida fervorosamente de su progreso, que cuida los hospitales, las escuelas , y las necesidades de su pueblo.-

Bueno, pero no quiero irme del tema de la ley del 82%, porque lo que Vd hace, configura un GENOCIDIO de ANCIANOS, quienes ya no son libres de vivir siquiera., ya que hasta los aportes que hacemos los jubilados que es de una quita del 60% es destinada al clientelismo político, y a otros enseres deplorables para la población.-

Recapacite, que Dios la ilumine y baje sus desniveles a donde el pueblo lo necesita los jubilados no podemos vivir con ese pequeño aumento de $40 que cuando cobramos, ya la vida aumentó a $80

Porfavor le ruego que recapacite su decisión, lo mismo les pido a los Diputados y Senadores
en los cuales confiamos en que nos sabran representar defendiendo nuestros derechos.-


MARGARITA DIMARTINO de PAOLI
margaritadimartino@hotmail.com

PRIMER PREMIO EN DIBUJO EN LOS TORNEOS ABUELOS BONAERENSE


16/8/10

TERCER PREMIO en LOS TORNEOS ABUELOS BONAERENSES

N A T U R A L E Z A



Juega el viento entre las ramas
del follaje inmenso y verde
mientras el cielo ya pierde
sobre las dulces retamas
los colores que amalgama
la llegada de la noche
Una estrella como broche
en el cielo ya se enciende
mientras la luna desprende
su claridad de fantoche..!



Mientras arriban menean
la luna con las estrellas
contemplan la noche bella
dos seres que se pasean
porque en su amor no los vean
más que la noche y la luna…!
Ya no cruje rama alguna
y el silencio es poderoso…!
El amor dialoga ansioso
¿Cuál éstas almas…? ¡Ninguna…!



Y bajo la luz de plata
un amor maravilloso
nació en un beso precioso..!
Mientras la vida desata
sobre la tierra insensata
sus volátiles deseos
Dos almas en un paseo
hacia el amor infinito
dejaron por fin escrito
su amor en letras de fuego…!




PRIMER PREMIO en CUENTO en LOS TORNEOS ABUELOS BONAERENSES

UN BAILE DE CARNAVAL EN MI CLUB


Corría un 5 de Marzo del año l946, en un hermoso día de sol que languidecía plácidamente recostado entre las nubes, mientras el bostezo de la noche invadía el cielo. Yo había deseado fervorosamente que la noche fuera linda, porque era mi primer baile de carnaval y estaba ansiosa por lucir mi disfraz de bailarina hindú, que también se decía de odalisca.
No se porqué…pero con mis veinte años llenos de ilusión, inmaginaba que ésa noche, iba a ser mi noche, en la cual encontraría mi principe azul….locas ideas de toda jovencita que cree alcanzar lo que desea con solo pensarlo, porque desde adolescente, ya tenía en mi mente idealizada, la imágen del joven que quería conquistar, y lo había guardado como un secreto, solo Dios sabía que era lo que pretendía encontrar , tal cual lo había imaginado…alto, delgado, buen mozo, de pelo negro ondeado y con bigotes…nada más ni nada menos….que parecía tener una fotografía…!
Y llegó la hora de vestirme con mi hermoso disfráz de odalísca, y una vez arregla
da,me miré al espejo y me dije…ésta noche matás, claro… lucía un disfraz oriental demasiado exótico, con amplia bambucha roja con filigranas amarillas abotonadas en los tobillos, una elegante casaca amarilla con bordes de encaje negro, hasta la rodillas, y un gran velo rojo de gasa, que caía desde mi cabeza prendido en una gran diadema de strass y terminaban sus puntas sujetas en mis muñecas de unas pulseras. Luego sobre mi rostro me había colocado un velo de gasa verde que pasando sobre mi naríz, quedaba sujeto en cada una de mis orejas, de uno largos aros de strass. y realmente me sentía espléndida. Terminaba mi disfráz con unos zapatos negros de charol,de tacos altos que me daban más esbeltez Cuando llegamos al club, había un mundo de gente entrando. ¡De repente, sentí como si una varita mágica me tocara y me hiciera ver al hombre de mis sueños…!
Un joven alto, delgado, de pelo negro ondulado, con bigotes y buen mozo, hacía su entrada al club, acompañado por un Señor Mayor. Apenas lo ví, le dije a mis dos hermanas, que ése era el hombre de mi vida, y que si no bailaba con él…no bailaba con nadie…!
- ¡Que exagerada que sos…! dijeron riendo
- Yo solo les pido, que cuando entremos, nos paremos delante de él, para que me vea y tal vez me saque a bailar….les supliqué
- Bueno, vamos hacer lo que pedís, entramos y nos paramos adelante del joven.
Era tanta la cantidad de jóvenes que había, que repararon enseguida en mi, por lo atrayente de mi disfráz y por mi rostro oculto, que enseguida me invitaron a bailar, a lo que yo …decía no…! Al rato mis hermanas habían formado pareja y yo seguía sin aceptar la invitación de nadie…hasta volvían a invitarme y me decían ¿No ves que no viene…? ¡Salí a bailar conmigo…! Pero yo firme en lo que quería, seguía empecinada en decir no.a los jóvenes y había pasado más de media hora diciendo lo mismo. cuando de pronto escuché una voz que desde el fondo del gran patio, invitaba a los bailarines a participar del baile de la silla. Me quedé quieta en mi lugar y de reojo, veía como todos los concurrentes se desplazaron hacia ése lugar, y cuando el joven de mis sueños, hizo lo mismo lo seguí con la mirada para ver donde se ubicaba, y cuando se detuvo delante de un banco de plaza, siempre acompañado por ése Sr, me apresuré a llegar, y subiéndome al mismo, me quedé quieta detrás de él, que ni miró para atrás.-
De pronto el organizador del baile, en voz alta decía que faltaba una pareja varias veces y de repente el joven de mis sueños se dió vuelta y me invitó a bailar..!
Fué tanta mi sorpresa…que en lugar de decirle ¡ Si..! le dije ¡No hay porqué…gracias…! Pero él, como si no lo oyera, me tomó de la mano y me ayudó a bajar del banco, llevándome hasta el centro de la pista ¡ Era tanta mi emoción en ése instante…que temblaba…! El organizador dió la orden de que las parejas tomadas del brazo, dieran la vuelta a la pista y que cuando parara la música se soltaran para salir corriendo y atrapar la silla. ¿Pero que pasó…? Que cuando pararon la música, él no me soltó, y dejó que corrieran los otros, de modo que fuímos los últimos en entrar y los primeros en salir….y en eso nos vió una de mis hermanas, que con disimulo se tomó la cabeza con las manos como diciendo…¿Cómo lo lograstes…?
Y no me dejó en toda la noche…fue un sueño de hadas hecho realidad, el velo sobre mi rostro no me lo saqué ni un solo instante, y para beber, usaba la pajita…Llegó el final del baile y mis deseos se cumplieron…me pidió el teléfono para volver a vernos al día siguiente que era domingo…..jamás latió tanto mi corazón…había encontrado a mi principe azul….!!!
¡¡¡Habíamos congeniado maravillosamente….!!!
Esa noche no pude dormir, no hacía más que pensar en la suerte que había tenido de encontrar al hombre de mis sueños….se me estremecía el alma.con solo recordar su mano apretando mi cintura durante el baile.
Ese día se desperezó desparramado en un gran bostezo de luz y mil rayitos de sol que bañaban con su calor el hermoso amanecer. Las nubes parecían enormes bollos de algodón dispersadas coquetmente por el cielo, y hacía, que cuando una miraba hacia arriba, todo lo viera mejor, …además, ésa tarde nos veríamos, y yo me sentía como flotando en una de esas hermosas nubes.
Cuando llegó la hora, me arreglé lo mejor que pude, y fui hacia el club caminando despaciosamente, porque había salido con tiempo para hacerlo, quería distender mis nervios con una previa caminata. Al llegar al club, pasé el grueso añoso árbol que había frente a la puerta, y me paré en la misma. Había llegado nada más que cinco minutos antes, y me extrañó no encontrarlo, pero disimulé mi impaciencia y miraba de a ratos hacia ambos lados y hacia enfrente, y no aparecía, entonces me angustié pensando que se había arrepentido y había desistido de la entrevista, cuando de pronto al levantar la vista estaba ante mi sonriente y dándome un beso me saludó, invitándome a entrar al club.
Nos ubicamos en una mesita al lado del amplio ventanal que daba al patio, y donde de repente me vino a la memoria toda mi odisea de la noche anterior.
-¿Que querés tomar…? me preguntó solicito
-Un pomelo blanco…le dije y al llegar el mozo, agregó unos sandwiches de miga calentitos.-
Intrigada por mi espera, y porque no lo había visto llegar desde niingún lado y de repente apareció ante mi, le pregunté si él había llegado por generación espontánea al club
Me miró sonriendo con picardìa y me confesó que él, en un descuido mío cuando yo miraba para el otro lado, al llegar, se escondió detrás del arbol, para poder verme de cuerpo entero, ya que él me conoció dentro de ése hermoso disfraz, y no me había podido ver ni mi cuerpo ni mis piernas….y como a él las chicas les gustaban con lindas piernas, quiso ver las mías, porque si eran chuecas…se iba.
Una carcajada brotó de mi boca ante tal simpática ocurrencia que a mi ni se me había ocurrido que pudiera imaginársele a él, pero bueno,y contenta dentro de mi alma, que pasé su exámen de inspección satisfactoriamente, nos abocamos a nuestra conversación, y las preguntas afloraron
- ¿Cuantos años tenés…? preguntó
- 20 años, le dije, pero el 6 de Mayo cumplo 21 años, y vos,,,?
- Yo también 20 años y el 14 de Mayo cumplo 21 años…!
- Y tan cerquita los días en que cumplimos y además somos de tauro, del mismo mes..!
¿Vos sabés que yo te había dado 25 años….?
No me extraña, desde que tenía l5 años, ya me daban 21 años, y entraba a los clubes sin documento, solo saludaba, me dijo sonriendo su travesura
Y la conversación siguió su curso, nos entendimos tan bien, que a partir de ése día, no nos separamos nunca más. Hasta había dado la casualidad de que trabajábamos a seis cuadras de diferencia, así que cuando él salía de su trabajo, me pasaba a buscar y me acompañaba a casa. Y unos de esos días en que el amor está más incipiente que nunca me dijo que cuando cumpliéramos el mes de salida, me iría a pedir a mis padres, así podría después ir a visitarme también a casa
Mi emoción era tan grande, que no podía respirar, y él me besaba con profunda ternura. Llegó el día tan ansiado, y cuando sonó el timbre, al abrir, ahí estaba él con un regalo….es para vos me dijo después de darme un beso, y cuando lo abrí estaba el disco de Carlitos Gardel con su canción “Yo no sé que me han hecho tus ojos” y lloré, porque para mí fué tan tierna su confesión con ésa canción, que no hacia falta más nada que decir. Entramos y lo pasó de lo más lindo, cayó bien con mis padres y con mis hermanos y todo anduvo sobre rieles, hasta el día de su cumpleaños.
Volvíamos ésa noche después del trabajo, y durante nuestro paseo le había entregado mi regalo, me invitó a entrar al bar del club, y ahí charlamos y charlamos hasta que me dijo de pronto Tengo que decirte algo…..Yo me asusté y pensé que algo malo pasaba…que a lo mejor se había arrepentido de nuestro noviazgo…que se yo cuantas malas ideas me invadieron en un segundo.
No pienses nada malo respecto a nosotros, solo quería decirte que cuando nos conocimos te mentí respecto a la edad….
¿Como…? le pregunté sorprendida
- Si… porque cuando vos me preguntaste la edad que tenía te mentí , porque siempre a mi me daban siete años más de los que tenía, y si yo en ése momento te hubiera dicho que tenía dos años menos que vos, seguramente, no hubieras aceptado de salir con un chiquilin de 18 años, porque a veces se valora la capacidad y la corrección por la edad, y yo me dije, nos tratamos y si todo va bien, y ella comprueba que el ser dos años menor, no significa tener menos capacidad para conducirse en la vida, no me va a dejar….y mirándome tiernamente me preguntó..¿Me vas a dejar…?
- Tomándole las manos lo miré a los ojos y le dije “Nunca” pero no te imaginás el drama que me va hacer mi mamá cuando se entere. Sabés que mis padres son italianos, y que tienen la tradición metida en la cabeza, y que siempre me dijeron que mi novio tenía que tener por lo menos cinco años más que yo, sinó que no lo eligiera. Menos mal que te aceptaron de la misma edad, fijate que va a pasar cuando les diga que sos dos años menor…además el problema no es mi papá, el no diría nada, es mi mamá, que es una verduga para ejercer sus decisiones
- Bueno, vamos a tu casa y veamos con que nos sale tu mamá
- Cuando llegamos, mi corazón, empezó a palpitar tremendamente cuando mamá lo felicitó por su cumpleaños y le preguntó cuantos cumplía, con una sonrisa amable, pero cuando mi novio le dijo Sra cumplo l9 años, su rostro se transformó, y de la mujer amable que conoció, surgió inexplicablemente, una mujer que lo definió como chiquilín y que a partir de ése momento,nuestro noviazgo quedaba terminado y que no volviera nunca más por casa…! Papá
desgraciadamente, todavía no había llegado, de modo que después de discutir ásperamente

con la intransigencia de mi madre, salí de casa con mi novio, y nos fuímos a programar de ahí en más nuestras vidas.
- Caminamos mucho, mucho y él no podía consolarme de tanto que lloraba, me tranquilizó y me acompañó hasta la puerta de casa dejándome con la promesa de que él trataría de hablar otro día, en que ella seguramente, estaría más tranquila y viera las cosas de otro modo.-
Pero cuando entré a casa, ya estaba papá, y mamá me llamó autoritariamente. Me acerqué con respeto, porque en aquellos tiempos, existía la palabra respeto, y uno jamás le contestaba a los padres, al contrario, sabía escuchar y se respondía en una forma que actualmente ya no existe.
Supongo que habrás concluído tu noviazgo con ese chiquilín, me dijo
No mamá, Ud. se equivoca, no es ningún chiquilín, es un hombre hecho y derecho, con principios, y además de parecer más edad, la tiene también mentalmente, en ningún momento durante el año que estuvimos de novio me dió la impresión de no razonar como un hombre, al contrario, lo sentí como tal a mi lado, así de protegida y cuidada.-
Te dije que éste noviazgo se terminó, y aquí no entra más, ni va a ninguna fiesta con nosotros, sacátelo de la cabeza.
Pero mamá, como pretende Ud. que yo me saque un noviazgo feliz de mi cabeza, si él es el hombre de mi vida , y no pienso dejarlo, además, ya soy mayor de edad, y puedo decidir por mi misma lo que me conviene o no, y mi novio vale mi decisión.
Pués bien, harás tu noviazgo por la calle, aquí no entra más ese chiquilín, dijo dejándome sola en el comedor con papá. Yo me acerqué a él, que era un padre tierno y cariñoso conmigo, lo que no era mi madre, y le hablé como a un amigo…Papá, mamá está equivocada, y no quiere entender que hace un año que estoy enamorada de mi novio, que no es un paquete que hoy lo pongo aquí, y mañana lo tiro allá. Es un ser humano, somos seres humanos, tenemos sentimientos que viven dentro de nosotros con profunda ternura y que no se pueden desterrar a la sola orden de una madre que hace problemas por la estúpida diferencia de dos años de edad, que yo le aseguro papá, jamás sentí en este año de noviazgo y en todas nuestras conversaciones que existiera la misma, sinó me lo dice él, para mí eran 21 años en lugar de 19 años ,
Mamá hace problemas por la edad númerica, porque no se fija en la edad mental….? Si hasta ahora estaba bien con los años que él dijo que tenía, y a ella nunca le pareció un chiquilín, como es que ahora se le cambia todo el buen concepto por la diferencia de dos números….?
Papá me abrazó y me dijo que él no se oponía, que iba a hablar con ella ésta noche, para hacerle comprender.su error. Pero al día siguiente, la cara de papá me demostró su fracaso, pero yo firme en mis convicciones y derechos le dije Papá, seguiré de novia por la calle, hasta que nos podamos casar, y llorando salí de casa a encontrarme con mi amor.
Fueron pasando los meses y habíamos llegado a los seis meses de pasear por la calle, y mi madre seguía haciéndome la vida imposible todos los días, hasta me quería imponer otro novio, como si fuera lo mismo que cambiar de vestido, y no cesaba de amargarme la vida, como si fuera su única meta.
Y así como el agua orada la piedra, ella había oradado mi alma de tal forma, que una noche en que volvíamos a casa, destruída mentalmente por mi madre, al llegar a la vuelta de mi casa para despedirnos, le dije como inconcientemente.que teníamos que separarnos, porque yo no aguantaba más a mi madre, que se había ensañado en tal forma conmigo, por esos dos desdichados años de diferencia, que me obligaba a dejarlo.
El me tomó de los hombros y mirándome con unos ojos desesperados, ante mi resolición me dijo con voz firme y segura ¡ No…! ¡ Esto lo arreglo yo ahora mismo..! ¡ Voy a tu casa …toco el timbre y mato a toda tu familia,,,!!!
Me quedé petrificada, sus palabras golpearon en mi cabeza como un mazazo y mis ideas se aclararon de repente, mi alma estalló en rebeldía y dije nooo!!! Eso no, lo que vos recién dijiste me hizo reaccionar, como puede una madre querer hacerme tanto daño con tanta autoridad, como si yo fuera un títere en sus manos, como si lo que yo quería de éste amor fuera malo…reprochable…noooo, por un capricho no lo iba a aceptar, y tomando del brazo a mi novio, nos volvimos al bar del club, y ahí empezamos a programar nuestras vidas, lejos de esa mala madre, que no me daba amor, pero si constantes amarguras, por el solo hecho de que si yo quería blanco, ella quería negro.-
Y como los padres de él, eran también italianos, pero gente muy buena y que amaba profundamente a su único hijo, les pidió si lo dejaban vivir de casado en su dormitorio de soltero,,y como le iban a decir que no…! entonces dentro de tres meses.me caso mamá dijo contento abrazando a sus padres .
Esa noche, en el momento en que mi mamá había ido a la cocina para buscar la comida, yo me acerqué a mi papá y le pedí que se quedara después de comer con la excusa de leer el diario, que le quería hablar urgente, a lo que él, asintió con una sonrisa..Mi madre hasta me controlaba si hablaba con papá, ya era inadmisible lo que me hacía.
Al terminar de cenar y ordenar la mesa, me fui a mi dormitorio y cuando mamá subió al suyo, yo bajé por la escalera de servicio, y corrí al comedor abrazándome a mi papá al que adoraba profundamente y me comprendía, pero que .no podía con mi mamá, y para no discutir se mantenía fuera de la misma, total sabía que a mi no me faltaban argumentos, y que los esgrimía como una buena hija, que no tenía la culpa, de la intransigencia de una madre equivocada y caprichosa.
Papá, le dije, si ud. quiere que yo me case como una hija que tiene padre y madre, le aviso que me comprometo el 26 de Septiembre y me caso el 18 de diciembre. Me miró y me abrazó, y tiernamente me habló, vos vas a tener tu fiesta de compromiso y de casamiento, igual que tu hermana que se casó hace seis meses. Sumamente emocionada lloré en sus brazos, y ambos lamentamos la actitud obstinada de mi madre.-
Llegó el 26 de septiembre y papá me hizo una hermosa reunión en mi casa, igual que a mi hermana, para festejar mi compromiso, que se desarrrolló en paz, porque estaba mi padre atento a todo.-
Pero todavía mi calvario no había terminado, empezó la discusión del vestido de novia, seguía entrometiéndose a pesar de mi silencio, de no contestarle, quería obligarme a usar el vestido de mi hermana.´
Mamá, le dije mirándola fijamente, ud.ya no puede obligarme a nada, el vestido de novia me lo voy hacer a mi gusto, y me voy a casar en la iglesia que quiero, con el hombre que quiero…entiende…? Deje de hacerme daño, no me hiera más, sabe que es lo más triste….? que todo ese inmenso amor que le tenía se me vino abajo, y de él no queda nada, sé que me voy de ésta casa como si fuera una extraña , a pesar de haber vivido 24 años.
Cuando mi novio se enteró de la opresión que ejercía mi madre sobre mi, por el traje de novia, me llevó a una sedería de bs.as. que su madre le había recomendado y me compró la tela del traje de novia, que yo me había diseñado.
Hasta en ése detalle tan hermoso para toda jovencita, se interpuso en su egoismo, no me quería dejar realizar mis sueños libremente. Me acuerdo que faltando unos 10 días antes de mi casamiento, la veía llorar desconsoladamente, con lágrimas copiosas que brotaban de sus ojos, y yo no entendía el por qué:::?
Tuve muchas veces ganas de preguntarle ¿Por qué llora tanto mamá…? ¿Le pasa algo..? Pero no me animaba, le tenía demasiado respeto que rayaba en el miedo….y la pregunta quedaba flotando en el aire, sin respuesta. Cuando faltaban 15 días para mi casamiento, mi madre y hermanas organizaron mi despedida de soltera, la que resultó por suerte agradable y feliz para mi y en la que repartí las invitaciones de casamiento a mis amigas..No sé como pasó, pero justo el día anterior a mi boda, me llamó enojada una de mis amigas, echándome en cara que no la había invitado a la fiesta ¡.No puede ser ! le dije, como no te voy a invitar, si le contraté la agencia de remís a tu tío para el viaje de mi casamiento, se te habrá caido sin darte cuenta, pero todas las amigas que estaban en mi despedida fueron invitadas a la fiesta. Bueno, no te preocupes, cuando llegues mañana a la fiesta, pedí tu tarjeta que está reservada en la entrada, y no pienses mal, buscala…porque la perdiste. Bueno un beso y hasta mañana, nos vemos, y corté nerviosa por ese incidente.
Y llegó el día de mi boda,,,sola con mi modista en mi habitación, ella me ayudó a vestirme,ninguna de mis hermanas se acercaron a verme vestida de novia, tampoco mi mamá…era como un complot en mi contra. Solo mi querido padre me esperaba abajo, para llevarme al altar, con todo el amor de su alma.,mientras mi querida modista,arriba en mi dormitorio, hacía las veces de madre y de hermanas.- No hay peor castigo que soportar el silencio….silencio maldito que nunca pude saber por qué…? Mis preguntas quedaban siempre sin respuesta, ¿Como dios al que tanto amaba pudo permitir tanta maldad, a pesar de mis ruegos…?
Mi modista me elogió con ternura y me abrazó, diciéndome sos la novia mas linda del mundo y tomándome de la mano me ayudó a bajar la escalera. En ése momento sonó el teléfono y era el chófer del remís que tenía que pasar a buscar a mi novio, diciéndo que no encontraba la casa
¿Como….? le dije, si hace una semana que el chófer tiene las direcciones de todos los lugares a los cuales debe llevarnos, agregué con enojo. Y tuvimos que esperar en casa hasta que el chófer nos llamara para decirnos que ya había encontrado la casa del novio, sinó no podía salir.
Tardó como 15 minutos, para mi angustia, y como mi coche estaba esperándonos, salímos tomando las distancias correspondientes, y eran tantos mis nervios, los de papá y los de la modista, que no nos dimos cuenta que el remís en lugar de doblar hacia la derecha, doblaba hacia la izquierda y para mi desesperación, paraba en la puerta de una iglesia a oscuras.
¿Pero que hace, le grité, a donde me trajo…? Si yo no me caso en ésta iglesia, me caso en la que está del otro lado de ésta avenida. Pero a mi me dieron ésta dirección dijo el pobre chofer, y dando la vuelta a la avenida y sentada en la punta del asiento, del disgusto que tenía, llegamos retrasados a la iglesia. Tantos eran mis nervios por el tremendo atraso, que ni las ovaciones de admiración del público de la calle, conseguía disipar mis ganas de llorar.
En la puerta, la maravillosa marcha nupcial llegó a mis oídos, serenando mi espíritu, y cuando las puertas se abrieron, solo veía embelesada la figura de mi amor esperándo en el altar…solo a él…porque él era todo mi mundo. La ceremonia fué sublime, inolvidable y saliendo del brazo en un andar pausado entre tanto público presente, familiares y amigos, descendimos las escaleras de la iglesia y cuando íbamos a subir al coche para que nos llevara primero a la casa de fotografías, el chófer nos preguntó la dirección del lugar a donde debía llevarnos- Sorprendida otra vez le dije…. ¿Cómo….? ¿Pero otra vez la misma pregunta…? ¿Que pasa con las direcciones…?.Ya van tres veces.que cometen el mismo error..!!
Subimos al coche nerviosos, mientras la modista después de ayudarme a acomodar el vestido, le indicaba el lugar de la casa de fotos. Por suerte las fotos se realizaron con felicidad, todo bien, y partimos nuevamente para el salón de fiestas. Ya en el coche, mi esposo antes de que el chófer abriera la boca, le indicó el lugar del salón.
Descendimos felices, ante la ovación de la enorme cantidad de chicas que se agolpaban en la entrada, y como pudimos, ascendimos la escalera, hasta llegar al primer piso, donde todos nuestros amigos y familiares nos rindieron las cosabidas pleitesías.
Y como el tiempo está preso dentro de las agujas del reloj, que gira implacable, la hora de irnos llegó por suerte, y cuando entré al vestidor, detrás mio entró mi madre para pedirme la enagua armazón, que me había prestado del vestido de novia de mi hermana, como si yo me lo fuera a llevar.
Ilusa de mí… que llegué a pensar que había tenido un gesto de arrepentimiento, y venía a ayudarme a desvestirme….Cuando supe a que venía, le dije con gesto despectivo ¿ Ud que se cree que yo soy tan miserable como para llevarme la enagua…? En eso entró la modista y ella salió como si nada.-
Partimos felices de viaje de luna de miel, llenos de ilusiones, dueños de nuestro mundo de amor, desapareciendo de nuestras mentes los pensamientos inútiles. Y fuímos realmente felices, volvimos llenos de emociones y de esperanzas.
Ya instalados en la casa de mi suegra, una mujer buena, servicial y compañera, nuestra vida se fué desarrollando en un marco de absoluta normalidad, hasta que un día, me llamó por teléfono la sobrina del dueño de la remisería a la que le había alquilado los remís para mi casamiento, para decirme que estaba cerca de casa y que si no me molestaba, me pasaba a saludar.
Si yo lo hubiera deseado, no creo que se me hubiera dado con tanta prontitud….tenía ganas de tener una larga charla con ésa chica…y se me dió….y ahí estaba esperándola. Sonó el timbre, y al abrir la puerta se me hechó al cuello como la amiga más amada que hubiera podido tener. ¿Qué le dió a ésta…? me dije Pasá…pasá...y llegándonos hasta el living le ofrecí sentarse.
¿Que tal…como te fué en tu luna de miel….? Me preguntó toda melosa…ya tenés las fotos..? ¿Y las del casamiento… ? Era un torbellino de preguntas, la cuestión era abrir la boca y escupir palabras. En eso llegó mi esposo y se sumó a la conversación.
Ya que estás aquí, quiero aprovechar para preguntarte si te divertiste mucho con la maldad que nos hicistes …con los malos entendido de los choféres,?
¿Qué estás diciendo..? ¿De que mal entendido me hablás…?
Es lamentable que quieras fingir asombro, la verdad que si tu propósito era hacerme pasar un mal momento, lo conseguiste, y todo para vengarte de tu pérdida de mi invitación. Solo a una ignorante como vos, se le puede ocurrir la maldad que nos hiciste, solo una mente denigrante puede llegar a cometer tanta iniquidad en un día tan importante para toda mujer. Pero no importa, el daño fué por suerte del tamaño de tu cerebro , nos hizo cosquillas, y gracias por haber venido a saludarme, me diste la inmensa alegría de poder decirte lo que me desesperaba no poder hacerte oir.
Y levantándome la invité a salir. Roja de furia, se fué sin decir una palabra, y cuando cerré la puerta me senté al lado de mi amor, y dándole un profundo beso, le dije…no sabés lo bien que me siento…!

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31/7/10

SIENTO EN EL ALMA

Que rara sensación siento en el alma
me parece que yo flotara en el aire
todo mi ser se sume en rara calma
y la vida me parece un desaire


Miro sin ver…ya nada me interesa
aunque pongo mi atención porque no sea
la soledad es cruel y como pesa
sobrevivir contra vientos y mareas


Pero el tiempo que pasa inexorable
te va dando poco a poco el aliciente
y tu sufrir se torna más pasable
pués las horas te parecen diferentes

MI CORAZÓN

Por más que me reproche…por mas que me torture
pienso en vos todas las noches y los días
mi corazón se agita en esta locura
de pensar que desde el cielo tu me espías


Sola quedo con esta ansiedad tan triste
miro a través de la ventana y no te veo
pero en mi mente ansiosa aún persiste
esas ansias locas de verte…y creo


Trato mirarme en tus ojos nuevamente
falsa ilusión que me persigue sin cesar
mi corazón late apresuradamente
y su tic tac me asusta…me quiere abandonar

30/7/10

VEO UNA ESTRELLA

Veo una estrella que en el cielo me ilumina
como si quisiera al fin llamar mi atención
y en mi deseo de verte…mi alma se anima
y no me aparto de ella…y espero la visión


Pero la misma no aparece y me deprime
la noche va pasando y no te puedo ver
que largas son las horas…mi mente se oprime
en esa espera ingrata…pensando que volvés


Y sigo buscándote en ese cielo inmenso
no quiero comprender que ya no volverás
entre las nubes durante el día comienzo
esa rutina diaria…a lo mejor bajas

4/7/10

LA DESESPERACIÓN

Hacía más de un año que Romina y Antonio vivían un noviazgo lleno de amor y comprensión. Era como decir “que habían nacido el uno para el otro”.
Los padres de Romina eran personas muy severas en su forma de pensar y muy estrictas. Esto hacía que Romina no tuviera, con su madre, la confianza necesaria que toda hija ansía tener. Pero, con la llegada a su vida de Antonio, todo había cambiado. El era su amigo y confidente, además de ser su ferviente enamorado.
Esa tarde, Romina había ido a consultar a su doctora y, cuando ésta le confirmó su embarazo, se puso a llorar desconsoladamente. A pesar de que la doctora trataba de hacerle notar el lado bueno y feliz, ella pensaba en sus padres, aterrada.
Esa noche salió a pasear con Antonio y se lo contó. Éste, después de un breve silencio, la tomó entre sus brazos y, con alegría, dijo: -Nos casamos a fin de mes.
Ella lo miró sorprendida por tan inesperada resolución. –Pero… ¿Qué le vamos a decir a mis padres de este casamiento tan apresurado…?
-La palabra “apresurado” no existe. Le diremos que me llegó el nombramiento que estaba esperando y que nos mudamos a E.E.U.U. Allá, por intermedio de mi tío, conseguiré trabajo. Pero, de aquí, de Mar del Plata, desapareceremos antes de que tus padres se enteren y te amarguen la vida.
-Mañana mismo, me ocuparé de nuestros pasaportes y le escribiré a mi tío para adelantarle todo.
Abrazándola fuertemente, le dijo: -No quiero verte sufrir ni quiero que tiembles de miedo.
Cuando llegaron de regreso a la casa, ambos le dieron la noticia a los padres de Romina.
Ellos no podían entender tal decisión, pero Antonio les habló de su trabajo en E.E.U.U., que le había conseguido su tío y de lo bien que vivirían.
Pasaron los días y Romina no lograba conformar a sus padres, pero hacía lo que podía. Si llegaban a saber de su embarazo, muy distintas iban a ser las lamentaciones.
Una mañana, Antonio pasó a Buscar a Romina con su coche, para hacer trámites de pasaportes. Cuando iban llegando a destino, un coche, a toda velocidad, sin respetar los semáforos, se incrustó del lado de Antonio y, en el choque, éste perdió el conocimiento, estrellándose contra un negocio.
Pronto, la gente se agolpó y trató de auxiliar a la pareja que, ensangrentados e inconscientes, yacían en el coche, con sus cinturones de seguridad abrochados.
El hombre del otro coche había fallecido por el fuerte impacto.
Enseguida llegó la policía y la ambulancia. También acudieron los bomberos porque del lado de Antonio, no se podía abrir la puerta pues había quedado hundida por el tremendo golpe.
A Romina, lograron sacarla con sumo cuidado. La transportaron en camilla hasta la ambulancia que partió velozmente.
Los bomberos debieron trabajar con cuidado para rescatar a Antonio. Sus piernas habían quedado atrapadas entre los hierros retorcidos. Después de media hora de trabajo, y con un doctor asistiéndolo, lograron sacarlo y lo transportaron al hospital. Su estado era muy grave y, por desgracia, cuando estaban llegando al hospital, Antonio fallecía, ante la desesperación del doctor que hizo todo lo posible para que llegara con vida.
Los padres de Romina, enterados por la policía de tal desgracia, llegaron al hospital y, al ver a su hija en ese estado, temieron por su vida.
Pero el doctor los tranquilizó y les dijo que sólo tenía afectadas las cervicales y que con ese cuello ortopédico, que debía usar por un tiempo, sus golpes sanarían también.
Romina preguntaba por Antonio, pero no podían decirle, por unos días, que había fallecido.
Cuando habían pasado tres semanas del accidente, y Romina empezaba a caminar, para poder irse del hospital, supo del fallecimiento de Antonio. Un ataque de nervios, de depresión la volvió a la cama, en la cual se abandonó sin querer comer.
El doctor aconsejó que la viera una psicóloga que le ayudara a comprender su drama. Pero ella se había encerrado en un silencio tan grande, que no se le podía ayudar. No quería escuchar…ni hablar…ni comer.
-Algo grave le pasa -dijo el doctor que la atendía. –Mejor, llamemos a su doctora de familia. Ella la conoce bien y, a lo mejor, logra convencerla, para su recuperación.
Cuando Elsa, su doctora, llegó, Romina la abrazó llorando y quiso quedarse a solas con ella.
-¿Qué voy a hacer ahora…Elsa…? ¡Estoy sola! ¡Muy sola!
-¡No estás sola…no! ¡No voy a dejarte sola, te lo prometo!
-¿Y ahora qué hago con mi bebe…? ¡Si mis padres se enteran, me van a decir de todo…! ¡Sé cómo piensan! ¡No quiero volver a casa!
-¡Vamos…! ¡Vamos…! Romina, yo hablaré con ellos y comprenderán.
-¡Pero Elsa, vos no sabés cómo son…! ¡Te van a decir de todo sobre mí!
-¡Dejá que, al menos, lo intente!
-Está bien…Quiero que me traigas ropa y zapatos para poder salir del hospital.
-Bueno, Romina, quedate tranquila, que te la voy a traer. Ahora voy a tu casa para hablar con tus padres. –y, dándole un beso, salió de la habitación.
Ya, en la casa de Romina, Elsa trató de encontrar las palabras adecuadas para informarles que iban a ser abuelos, en lugar de decirles que su hija iba a ser mamá. Por ahí, la palabra abuelos, los enternecía.
Pero…¡Oh! ¡Qué mentes tenían esos padres! Se levantaron furiosos y dijeron que su hija era la vergüenza de la familia, que hubieran preferido llorarla muerta y no como madre soltera.
Ante tales crueles palabras, Elsa se levantó y les recriminó su forma de actuar y, por más que les dijo todo lo que pensaba, fue inútil. Entonces, les pidió la ropa para Romina y se fue al hospital.
Cuando llegó, Elsa trató de ocultar su disgusto, pero Romina se dio cuenta, al verle la cara que traía.
-¿No te dije, Elsa…? Ellos siempre pensaron lo mismo sobre las madres solteras. Todo lo que vos les digas, no sirve para nada.
Elsa colgó la ropa en el ropero y se sentó a su lado, acariciándola tiernamente. –No sufras, yo estaré siempre con vos, para ayudarte… ¿entendés…?
Romina le pidió que se fuera porque era muy tarde y le dijo que mañana hablarían.
Elsa, comprendiendo el estado de ánimo de Romina, le dio un beso y se fue, diciéndole que al día siguiente pasaría a buscarla.
-Gracias. Gracias –dijo Romina.
Cuando había pasado media hora de la partida de Elsa y las enfermeras ya habían apagado las luces, para dejar dormir a los enfermos, Romina se levantó y se vistió apresuradamente. Abrió la puerta y salió sigilosamente rumbo a la calle sin que nadie la viera, aprovechando la salida de dos señoras que se iban.
Ya en la calle, empezó a caminar sin saber qué hacer ni adónde ir. Entonces, lo pensó un momento y se fue hacia la playa.
Tardó más de media en llegar. Por suerte, la noche era cálida, hermosa y daba gusto caminar.
La playa estaba desierta. Eran las tres de la mañana. ¿Quién podía, a esa hora, deambular…? ¡Sólo ella…!
Se sentó frente al mar, hundiendo, con rabia, sus dedos en la arena, viendo cómo las olas rompían en la costa.
Se levantó y comenzó a caminar como si tuviera la mente extraviada. Y llegó hasta el agua, hundiendo sus pies descalzos en el agua fría.
Se detuvo un instante y luego, como quien recapacita, siguió caminando en el agua, hasta que la misma le llegó al cuello. Y, mirando por última vez hacia el cielo, como para despedirse, se hundió voluntariamente, desapareciendo de la superficie.
Pero Dios no quiso que esas dos criaturas se fueran de este mundo. Hizo el milagro de que Gonzalo, que se había quedado en la playa, recostado en la arena, hasta que amaneciera, observó todo el tiempo lo que la joven hacía, pensando: ¡qué ganas de bañarse a esta hora! Pero, cuando vio que no salía a flote, se asustó y se dijo: -¡Es una suicida!.
Corriendo, lo más rápido que pudo, se arrojó al mar y, dando las brazadas más veloces de su vida, alcanzó a rescatar del agua el cuerpo desvanecido de la joven.
La llevó hasta la playa y, acostándola con cuidado, trató de hacerle devolver el agua que había tragado. La chica, a pesar de sus esfuerzos, seguía inconsciente. Desesperado la cargó en su coche y se dirigió rumbo al hospital.
Cuando llegó con Romina, las enfermeras no entendían nada.
Pronto, el doctor, le hizo el tratamiento de rutina. Las enfermeras le aplicaron una inyección para tranquilizarla, la llevaron a su cuarto, le cambiaron las ropas y la acostaron.
Eran las cinco de la mañana. Gonzalo quiso quedarse a cuidarla, hasta que llegaron sus padres. Se fue, pero prometió volver más tarde.
Volvió alrededor de las cuatro de la tarde. Se dirigió a la habitación de la chica que había salvado. Al entrar se encontró con una joven desesperada que, en lugar de agradecerle, le echaba en cara que la hubiera salvado.
Comprendiendo la actitud de la joven, Gonzalo le prometió, sonriendo, que no lo haría más.
-¡Vos no sabes el daño que me hiciste al salvarme! – le dijo Romina, llorando.
-¿Cómo te voy a hacer daño…? ¡Sólo quise que vivieras…! ¿Te parece poco…?
-Además, una joven tan hermosa ¿qué derecho tiene a suicidarse?
-Anoche tuve coraje para hacerlo. –dijo Romina, llorando. –Yo sé que fuiste bueno y que arriesgaste tu vida por la mía. Pero conmigo perdiste el tiempo porque voy a volver a intentarlo.
-¡Oh! No digas esas cosas tan tristes. ¿Qué te pasa? ¿Qué es lo que te quitó las ganas de vivir?
-¡Nada! No puedo decírtelo…!
-¿Por qué? ¿Querés que te confiese algo…?
-¿Qué…? –preguntó Romina.
-Que me gustaste apenas te saqué del agua. Se te veía tan hermosa… que me dije, con rabia: -¿Por qué? Te prometo que voy a devolverte las ganas de vivir. –le dijo Gonzalo, emocionado.
-¡Eso es imposible! -aseguró Romina.
En ese instante se abrió la puerta y apareció la doctora Elsa, quien abrazó fuertemente a Romina y luego a Gonzalo, agradeciéndole su gesto.
La enfermera les pidió que salieran un momento de la habitación. En el pasillo, Gonzalo le preguntó a Elsa si sabía por qué Romina había querido matarse.
Entonces, Elsa, en forma confidencial, le contó la triste historia de Romina: los planes de casamiento para ese fin de mes, para ocultar que estaba embarazada y el accidente en el que había fallecido su novio.
-¡Toda una tragedia y con semejantes padres…! –dijo Gonzalo. –Yo voy a ayudarla…porque… ¿sabe…? La piba me gustó desde que la saqué del agua.
-Algo pasó en mi alma, cuando la tuve entre mis brazos… algo raro…que me hizo sentir un corazón loco, de tanto palpitar.
-Que Dios te bendiga si es que sentís eso. –dijo Elsa, llorando por la emoción. Ella es una buena chica, te lo aseguro y no te arrepentirás de ayudarla y de enamorarla.
Cuando la enfermera salió, entraron los dos a la habitación. Romina se veía muy seria y callada.
-Elsa ¡Quiero irme del Hospital!
-Tenés que quedarte dos días más, mi amor. Estás muy débil y el suero te hace falta. ¡Sé buena…! ¿sí? –le dijo Elsa, tomándole la mano.
Romina miró a Gonzalo y le dijo: -¿Qué estás haciendo aquí…perdiendo el tiempo…?
-Vamos Romina, no seas agresiva con quien menos se lo merece. –dijo Elsa.
-Bueno. Perdoname. Pero ya te agradecí por haberme salvado. ¡Ahora podés irte…!
-¡Romina! –volvió a decir Elsa. -¡Esa no es manera de agradecer a nadie!
-Es que si él no se hubiera metido en el agua, ahora yo estaría donde quería estar, allá arriba.
-Vamos Romina, no debes pensar así. La vida es hermosa, como vos y yo te voy a ayudar a salir de este mal momento.
-¡A mí, nadie puede ayudarme! –respondió Romina, llorando.
Elsa, tomándole la mano, se la palmeó cariñosamente y acercándose a su oído, le susurró: -¡Gonzalo lo sabe todo…pero todo… yo se lo conté!
Romina la miró y no supo qué decirle, se sentía derrotada.
-Bueno, tengo que ir a atender el consultorio. A la noche vuelvo. –y dándole un beso, se fue.
Gonzalo acercó la silla a la cama y se puso a charlar con Romina. Quería darle fuerzas, devolverle las ganas de vivir.
El se sentía poderosamente atraído por la joven. Ninguna mujer le había provocado tal estado de ánimo. ¿Era eso amor?, se preguntaba. -¡Entonces, bendito sea…! –se dijo para sí.
Tomando la mano de Romina, quiso transmitirle sus emociones. Mientras…la tarde iba durmiendo su siesta y los últimos rayitos del sol se iban perdiendo en la oscuridad de la noche.
Quizás, el tiempo ayudara a Romina a sobrellevar tan desgraciado accidente. Y…una nueva ilusión de amor fuera la compensación a tanta pena y desesperación.

3/7/10

EL IMPACTO

Después que papá sufriera ese derrame cerebral, nos parecía imposible su lenta y efectiva recuperación. Pensar que estuvimos toda aquella noche esperando su deceso y Dios quiso dejarlo con nosotros.
Luego, su recuperación fue lenta, pero, de a poco, fue mejorando. Desgraciadamente era asmático y esa enfermedad lo tenía a mal traer. El médico nos aconsejó que nos mudáramos a un lugar más abierto, con terreno, de modo que el aire puro le diera las fuerzas que no tenía.
Nosotros vivíamos en un departamento y la plaza, aunque quedaba a dos cuadras, de nada le servía a papá porque no podía caminarlas por su enfermedad.
Le comentamos esto a un amigo que vivía en un hermoso barrio, cerca del aeropuerto de Ezeiza, donde el verde y el aire puro lo iban a restablecer ampliamente. Sería como tener una plaza en la casa, para nuestro uso.
Nuestro amigo nos consiguió un chalet que era de un matrimonio con un bebe de un año, que ya no podía pagar ese alto alquiler. El chalet tenía living comedor, cuatro dormitorios, baño completo, toilette, una gran cocina, con alacenas, dependencias de servicio y lavadero y un terreno de mil metros cuadrados.
-¡Cómo! –pensaba yo -¿Esta pobre familia vive en semejante chalet con un bebe?
-Y la política es así. –nos comentó nuestro amigo. –Distribuye mal las cosas.
-Ellos quieren permutar por algo en la capital. –nos dijo.
Y… ahí nomás se hicieron las presentaciones del caso. Nosotros nos quedamos maravillados con el chalet y ellos encontraron en nuestro departamento lo que necesitaban: poco alquiler y vivir en la Capital Federal.
Pero todo no terminaba ahí. El barrio pertenecía al Ministerio de Hacienda y había que hacer trámites para conseguir que se otorgara la permuta..
Con el certificado médico de papá y todos los antecedentes sobre su precaria salud, me dirigí, esa mañana, al Ministerio de Hacienda, a pedir una entrevista con el Ministro, ya que esa era la única forma de acceder a ese barrio.
Viajé en colectivo y luego en subte, hasta Plaza de Mayo.
En el subte estaba tan absorta pensando cómo iba a conseguir esa entrevista, que no miraba a nadie.
Pero, en un momento en que levanté mi vista, me sorprendió la mirada fija de un joven sentado frente a mí.
Turbada por el hecho, bajé rápidamente mis ojos hacia el piso, pero, cada vez que los levantaba, estaban los de él mirándome dulcemente.
Era un joven buen mozo y elegante, con su impecable traje y su sobria corbata.
Por suerte, llegamos a Plaza de Mayo y, luego de mirarme nuevamente, se levantó y desapareció de mi vista, entre la gente.
Notó que yo no correspondía a sus gestos. ¡Cómo iba a hacerlo si era casada…!
Pero, en mi apuro por llegar al Ministerio, me olvidé por completo del incipiente galán y me dediqué a lo mío, que era bastante importante.
Subí al piso indicado y, cuando estaba llegando a la Secretaría, para pedir al secretario la entrevista con el Ministro, un temblor me invadió de repente y tuve que aspirar un rato, para seguir mi camino.
Los nervios de pensar a lo que iba, me traicionaron de golpe. Serenándome, me dije: -pensá en tu papá. El miedo desapareció pensando en él.
Llegué a la puerta indicada y golpeé, ya, más serena. Cuando vi la sombra de alguien, que se acercaba a abrirla, tragué aire y me dije –“fuerza”.
Cuando la puerta de la secretaría se abrió, me quedé paralizada y los colores subieron a mis mejillas. El joven Secretario del Ministro era el muchacho del subte quien, al verme, sonrió complacido y me invitó a pasar.
-Pero, qué casualidad.¡Siéntese…siéntese! –me dijo amablemente.
Yo me senté frente a él y, al verlo, me serené. Era como si él hubiera sido un conocido. Eso me alentó a contarle el problema por el cual yo había ido a solicitar la entrevista.
Me escuchó atentamente, hasta cuando yo le aseguraba que en la permuta no había dinero de por medio, sino necesidades perentorias de ambas partes.
Le expliqué que el señor del chalet ya no podía pagar más el alquiler, que ya debía tres meses y que no tenía trabajo. Y, también le dije que mi papá necesitaba cambiar de aire urgente, por su delicada salud.
Me escuchó atentamente y, con una agradable expresión de sus ojos, dijo: -Hoy las entrevistas están completas, pero voy a hacer algo por ud.. Siéntese. –agregó, acompañándome a un hall, entre la secretaría y la oficina del Ministro. –No sé dentro de cuanto tiempo la voy a hacer pasar, pero voy a intentarlo. Voy a ver a cual de los que entrevistará el Ministro hoy, puedo pasarlo para otro día.
Me quedé emocionada por su gesto. ¿Tanto le había impactado, para que él hiciera esto por mí? –pensé, mientras esperaba sentada en el hall.
Creo que estuve más de una hora esperando. Cuando él me dijo que pasara, mis piernas estaban duras, acalambradas de tanto estar sentada. Creí que no podría caminar…Haciendo un esfuerzo, me levanté y fui hacia el despacho del Ministro, que estaba parado al lado de su escritorio.
Me invitó a sentarme y, como quien tiene poco tiempo para atender, me preguntó cuál era mi problema.
Entonces le conté, en forma breve y concisa, aunque sin omitir detalles, aclarando absolutamente que, en tal permuta, no corría dinero de por medio –ya que ese detalle era primordial. Las casas no podía ser vendidas, así lo establecía una cláusula del otorgamiento de las viviendas y debía ser respetada.
Concluida la entrevista, me saludó, dándome la mano y me retiré.
El Secretario me estaba esperando y le conté cómo había sido la conversación.
-Bueno, quédese tranquila. Me ocuparé de que el Ministro permita que la sección Viviendas del Estado atienda su pedido.
Me pidió mi teléfono, mi dirección y la dirección del chalet del barrio, que yo solicitaba.
Me estrechó la mano, con una agradable sonrisa en sus labios y me despidió hasta su llamado. Nada me dijo de la casualidad del encuentro, en ese momento, tal vez porque yo le había dicho que era casada, pero… me dio su tarjeta personal.
Me fui a casa enseguida. Deseaba contarle a mi esposo todo lo sucedido. Mientras viajaba, le agradecía a Dios por ese encuentro con el joven del subte. ¡Eso era como un milagro...!
Pasaban los días y yo, ansiosa esperando el llamado. Recién el día jueves sonó el teléfono y la voz de él me informó que el día lunes tendría una entrevista con el jefe de la Sección Viviendas del Estado.
Mi alegría era tan grande, que le agradecí varias veces su ayuda y acordamos que él me esperaría el día lunes a las 13.00, en el 2do. Piso del Ministerio para presentarme al Jefe de Viviendas.
La semana me pareció más larga que otras, no llegaba nunca el lunes. Los días me parecían interminables por la ansiedad que yo tenía.
Por fin, el lunes a las 13.00 estaba yo, en el 2do. Piso del Ministerio y, ahí, estaba él, esperándome.
-Hola –me dijo, acercándose. -¿Qué tal, sra. Graciela?
-¡Bien… bien nerviosa, digo…!
-No se ponga así, ya hablé con el Jefe, le dije que ud. es conocida mía, de modo que debemos tutearnos. Yo me llamo Andrés.
-Sí, ya lo leí en su tarjeta.
-Bueno, tratá de familiarizarte con el tuteo porque, si me decís Ud., va a desconfiar de que somos amigos.
-Tenés razón. –y luego de charlar un rato, me llevó a la oficina del Jefe, con quien tuve una extensa conversación. Me pidió que compareciera con el inquilino del chalet, con todos los papeles del mismo.
Además, me dijo que no se podía permutar una casa del Estado por una particular. Sentí que mis ilusiones se iban al suelo, pero Andrés, después de despedirnos del Jefe, me dijo: -Dejá Graciela, de eso me ocupo yo.
Salimos y fuimos hasta su despacho, ahí conversamos largamente.
Me dijo que yo le había impactado profundamente el día que me conoció y que, desde ese día, no podía sacarme de su pensamiento.
-Te agradezco tus palabras -le contesté. –Pero soy casada, bien casada y tengo dos hijos.
Él se levantó y yo hice lo mismo. Me acompañó hasta la puerta y me saludó sonriendo.
-Andá tranquila. De algún modo, voy a solucionar este problema. Dejame pensar cómo, yo te vuelvo a llamar. Y, dándome un beso en la mano, me despidió.
Salí temblando de nervios, por lo que él me había confesado.
-Qué mala suerte –me dije –mezclar las cosas justo ahora. ¿Por qué me habrá confesado sus sentimientos justo ahora?
Cuando llegué a casa, le conté todo a Rolando, mi esposo. El sabía muy bien cómo era yo, de modo que como si fuéramos dos amigos charlando, hablamos profundamente sobre el tema. El sabía que yo saldría bien del problema. Pero lo angustiante era el otro inconveniente, el de la prohibición de la permuta.
Además, para mi desgracia, mi departamento era propiedad del entonces Ministro de Trabajo y no permitía la permuta.
¡Más problemas no podía tener!
A la semana siguiente fui al Ministerio con el dueño del chalet. Él hizo la declaración jurada, en la que declaraba que sólo permutaba su casa por la mía por necesidad, ya que no tenía trabajo y en la capital su situación cambiaría para bien.
Lo mismo declaré yo y salimos de la oficina. Me despedí del señor y fui rápidamente a la Cámara de Alquileres, dónde presenté una nota gestionando la permuta de una vivienda del Estado por otra particular.
El Ministro de Trabajo había dado su negativa a dicha permuta porque él pensaba vender el edificio y, ante tal hecho, fui a ver a Andrés, quien me recibió enseguida.
Cuando le conté que mi esposo había ido a ver al dueño de nuestro departamento y que su secretario se limitó a transmitirle su negativa a tal permuta, Andrés se puso a pensar y, luego, me tranquilizó.
-Deja esto por mi cuenta, dame las fotocopias de los papeles que presentaste en la solicitud de la permuta, en la Cámara de Alquileres.
-Los tengo aquí, en mi carpeta –le dije.
-Bueno. Dámelos –y mandó a su empleado a fotocopiarlos.
Luego, cuando el empleado regresó, me dio los míos y él armó una carpeta. –Bueno, ahora me voy a ocupar. Andá tranquila. Apenas tenga noticias, te llamo.
Traté de irme enseguida para evitar que él volviera a hablarme y, saludándolo, me fui.
Pasó una semana interminable. Tenía miedo del dictamen de la Cámara de Alquileres. Seguramente iban a favorecer a un Ministro de Trabajo y no a una desconocida como yo.
El día lunes amaneció hermoso, con fresca temperatura. A eso de las 10.00 de la mañana sonó el teléfono, corrí para atenderlo y, tratando de disimular mi ansiedad, atendí. Era Andrés, que me pedía que fuera al Ministerio con la carpeta completa del chalet y de mi departamento.
Tomé un remis, para llegar lo antes posible y lo logré. Subí a su oficina y, ahí, me recibió con una amplia sonrisa y gesto triunfador.
-¡Ganamos…! –me dijo. –La permuta está otorgada. Este es el primer antecedente de una permuta de una casa del Estado por otra casa particular.
Yo tapé mi boca con mis manos, en un gesto de estupor… no podía creerlo… Él lo había conseguido. Mi otro yo lo habría abrazado de agradecimiento, pero me contuve y estreché sus manos, emocionada, mientras caían lágrimas de mis ojos.
-¿Cómo… llorando…? ¡No…No! El premio a mi buena noticia debe ser una sonrisa.
Y Juntos fuimos a la Oficina de Inmuebles del Estado, donde Andrés completó el trámite final de la permuta.
El Jefe de Inmuebles era un hombre fastidioso. Trataba de encontrar algo en el expediente, como para entorpecer el trámite.
Andrés, luego de decirle algo que yo no escuché, me tomó del brazo y salimos de la oficina.
-Ahora, te invito a almorzar y no acepto negativas –me dijo, sonriendo.
Pensé rápidamente que no podía decirle gracias y chau. Lo que él había hecho para conseguir tal permuta, sabiendo que mi departamento era propiedad de un ministro, lo sabía sólo él. Yo no quise preguntarle. Entonces, conociéndome cómo era, acepté la invitación, como quien acepta la de un gran amigo.
Fuimos a un restaurante. Él eligió una mesa al lado de la ventana, desde donde se apreciaba ampliamente la Plaza de Mayo, que, con su verde arboleda, recreaba la vista.
Fui sabiendo que él me iba a volver a hablar de sus sentimientos, pero yo tenía que ingeniármela para zafar, sin ofenderlo.
Y así fue, me dijo cosas muy lindas, con respeto. Me contó que, durante este mes y medio que había durado el trámite, él se había hecho ilusiones conmigo porque yo era la clase de chica que a él le gustaba. Y elogió mis ojos, mi rostro… mi cuerpo…
Yo me sentía mal por tener que decirle que no podía tener una relación con él porque estaba casada y mi vida matrimonial andaba sobre rieles. ¡En ese momento deseaba haber sido soltera para no herirlo, no se lo merecía!
Como pude, con buenas y sabias palabras, que dicta la conciencia, traté de llegar a su corazón, de modo tal que mi negativa no lo lastimara.
Después de un almuerzo, que duró dos horas, nos fuimos, como amigos, sintiendo que algo que él quiso que fuera, no pudo ser.
Nos despedimos hasta el miércoles, día que el jefe de Inmuebles había previsto para la adjudicación de la vivienda.
Andrés me dijo que si ese día yo tenía algún problema, fuera a buscarlo inmediatamente. Y me dio un beso en la mejilla, como despedida.
Subí a un taxi y me perdí por las calles de Buenos Aires, mientras él me miraba partir.
Cuando llegué, le conté todo a mi marido. El aprobó mi comportamiento.
Llegó el miércoles. Ese día me acompañó mi esposo. De común acuerdo, compramos un juego de lápiz y lapicera Parker, de oro, para regalarle a Andrés, en agradecimiento por todo lo que había hecho por nosotros, o mejor dicho por mí.
Al llegar al piso de Inmuebles, nos encontramos con el jefe, quien había estado hablando con el inquilino del chalet. Nos dijo que no confiaba en que la permuta se hiciera sin dinero, poniendo, de este modo, nuevamente, una traba en la operación.
Mi esposo le aseguró que no eran ciertas sus sospechas y, mientras ellos hablaban, yo fui a buscar a Andrés.
Apenas vio mi cara, se dio cuenta de que algo pasaba.
-¿Y, ahora qué pasa…? –preguntó, extrañado, luego de saludarme con un beso de amigo.
Cuando le conté la historia que estaba haciendo el Jefe y su desconfianza, bajó conmigo, con verdadero fastidio.
Llegamos a la oficina, él entró solo. Yo no sé qué habrá dicho ahí adentro, pero, luego de diez minutos, el Jefe salió con los papeles y nos dijo: -Ahora pueden pasar por la caja 2, pagar lo adeudado del chalet porque ya está a nombre de ustedes dicha propiedad.
Yo miré a Andrés y sentí ganas de abrazarlo, pero, simplemente, le entregamos, con mi esposo el regalo. Cuando él lo vio, no quiso aceptarlo. Pero mi esposo le insistió de tal manera que lo recibió.
Nos acompañó hasta abajo, hasta la Caja 2, para concluir el trámite.
Mientras mi esposo efectuaba el pago, en la caja, Andrés me dijo que nunca me olvidaría y que, realmente, se había enamorado de mí.
-¡Qué suerte tiene tu esposo de que vos lo quieras! Te agradezco el regalo y cuando escriba, pensaré que tengo mis dedos entrelazados en los tuyos y que en algo quedamos unidos, sin que nadie nos separe. ¡Hasta siempre, mi amor! – me dijo, alejándose de mí.

¡ TE EXTRAÑO...!

¡Te extraño, dulce bien… te extraño inmensamente!
¡No puedo soportar los días de tu ausencia!
Tu vives en mi alma… en mi espíritu y mi mente
¡No estés lejos de mí…! ¡Retorna a mi presencia!

Extraño tus manos… tus ojos y tu boca
las dulces confidencias que el alma así engendró!
¡Extraño ya tus mimos y tengo un ansia loca
de estar entre tus brazos… muy juntos así los dos!

¡Me ahoga la tristeza… sin ti no soy feliz!
¡Mustios están mis labios! ¡La savia de tus besos
de tus divinos besos… no llegan hasta mí!

¡Devuélveme mi Amor la luz de mi embeleso
que brille en mis pupilas las ansias de vivir
después que de tus labios haya bebido un beso!




LA MENDIGA

Viajando en un tren yo estaba
cuando una voz dulce y triste
con un canto que aún persiste
desde un rincón me llegaba.
Con la mirada indagaba
presurosa por encontrar
al ser que se puso a cantar
las décimas tan hermosas
como una nota armoniosa
que de emoción me hizo temblar.


Era mujer y cantaba
con un penar tan profundo
su ceguera, en este mundo
¡Ciega nací! nos contaba

mientras su voz desgranaba
al compás de una guitarra
cantó “La vida desgarra
a este pobre e inocente ser
y la castiga con no ver
mientras un bastón agarra.


Es que yo quisiera ganar
el pan… como otros pueden
yo sé que a muchos le duelen
que diga mi angustia al cantar!
¡Es mi forma de trabajar
con mi guitarra querida
que es parte ya de mi vida
y me ayuda a sobrevivir
lo que aún me resta servir
sin sentirme una mendiga!


SI ME PIERDES

¡No quiero que llores… ni quiero que rías!
¡No quiero que sueñes… si no piensas en mí!
¡Que sufras mi pena, que no haya en tus días
más horas serenas, si no vivo yo en ti!

¡No quiero que tengas momentos felices
si fueran ajenos a mi amor dulce bien!
¡Que toda tu vida en mí sintetices
aún cuando las canas te surquen la sien!

En fin… quiero ser de tu alma la esencia
que perfume el jardín de tu noble saber.
Por eso te digo que ansío en mi ausencia

Que no rías, ni sueñes… si no me has de querer
Que sufras… que añores y que pidas clemencia
Que agotes tus fuerzas… hasta a mi lado volver!

SOY PÁJARO HERIDO



¡Soy pájaro herido que bate sus alas
en busca de un nido donde poder morir
y en vuelo forzoso… buscando una rama
planeo en el aire sin saber donde ir!

¡La noche se allega y extiende su manto
y en él ya me envuelve como agorando mi fin.
Los trinos se apagan y de tanto en tanto
el eco se oye de mi triste gemir!

¡De pronto se quiebran mis alas al golpe
de una rama gruesa que no pude ver
y en largo gemido… desciendo tan torpe

que rozo con plantas que me hacen doler
y hundido en el fango ya nadie me acoge
muriendo de pena…no puedo volver…!


1/7/10

TU TRISTEZA

Hoy que estaba triste tu alma
sin saber por qué motivo
quise darte un lenitivo
por brindarte paz y calma
Pero la mente desarma
el ingenio más profundo
y me quedé sin un rumbo
para llegar a tu pena
Cuando el alma no está en vena
es inútil trotar mundo.

Fue tu pena compañía
en esta tarde lluviosa
Y no pensé en otra cosa
que en tu falta de alegría.
Mientras la gota plañía
al rodar… su nota fugaz
ya otras marcaban compás
al par que el viento gemía.
Cae la tarde… muere el día
¿Aún con tu pena estarás?



Vaya mi alma en un mensaje
cual paloma mensajera
para dejar a tu vera
en tan breve y dulce viaje
la ilusión cual hospedaje
de tu pena transitoria.
¡El alma escribe su historia
las penas son sus reflejos
y en el fondo queda un dejo
que se fija en mi memoria!


PLENAMENTE



Te rindo plenamente mi pleitesía
mezcla rara y misteriosa de no se qué
Todos los días pienso y en mi fantasía
te invento un mundo divino…que no se vé…!

Y siento ya en mi pecho la paz que calma
comprendiendo día a día…mi soledad
y entre las cosas que pienso, siento tu alma
que me acompaña, mitigando mi ansiedad…!

Y se pasan los días rápidamente
uno no comprende…tanta velocidad
Cuantas…cuantas ideas que surcan la mente

y como las devora …no tiene piedad…!

26/6/10

i EL QUE SE VA EN SILENCIO...!

¡No hay peor forma de ofender a una persona
que guardar un largo silencio inexplicable…!
¡No decir porque se fué…! ¿Qué no perdona…?
¡Como si su juicio fuera inapelable…!

¿Y que extraña mente tiene el que lo siente…!
¡Alma sin piedad…..fría…calculadora…!
¡Agazapada en falso placer…disiente
de las nobles cosas de la vida…ahora…!

¡Placer amargo en un ser que no comprende
que si preguntara…todo aclararía…!
¡ Es lo que está esperando el otro ser que no entiende
el por qué…? ¡ De algo que jamás provocaría…!

18/6/10

NO PUDE HABLAR

¡Hoy no he podido hablar contigo... no he podido...!
¡Tenía un nudo de llanto en la garganta.....!
¡Y cuántas veces me acerqué... me he detenido
el alma en llorar su pena no se aguanta...!

¡Tuve que morderme los labios varias veces
para darme fuerzas y ocultar mi llanto…!
¡Pero al fin se quebró mi voz... lloré con creces
y comprendí... me faltaba llorar tanto...!

¡Tu te diste cuenta... en mi voz había tristeza
quise fingir porque no vieras mi pena…!
¡Pero mis ojos traicionaban mi entereza
y tenía las pupilas en llanto... llenas...!

¡Y huí de tu presencia... sabes... ? No quería
llorar ante ti... tal vez otros me vieran... !
¡Tras los anteojos negros fingí que no sufría
pero lo mismo lloré... sin que supieran... !



AFORISMOS

“No hay mejor juez que la Conciencia
Ni peor Castigo que el Remordimiento”

*****

A veces “Es más triste sentirse solo
estando acompañado….
Que estar solo…y sentirse triste”

*****

EL ALMA

El Alma es una maravillosa Cámara Fotográfica
que no todos poseen:

Los Lentes de esa máquina son los ojos…!

El Negativo, las vibraciones del espíritu
y del cuerpo, y

La Revelación…. mis Versos...!

UNA VEZ



Una vez escuché decir amor mío
que todos tenemos una estrella en el cielo
y salí a buscarla de noche y con frío
pensando que un guiño me hicieras en vuelo

Quedé mirando…mirando embelesada
esas nubes salpicadas de estrellitas
y comprendí que tan solo enamorada
la ilusión crece y el corazón palpita ´

Y me senté en el pasto…tendí mi mano
acaricié el camino que tu pisabas
y cerrando los ojos…creí en vano
que tú , silenciosamente me abrazabas



ENTRE VOS Y YO

Un silencio entre vos y vos de varios días
un silencio para acostumbrarme a sufrir
la ausencia que dejaste cuando vivías
a mi lado…no la podemos compartir

Viaje al infinito de un solo pasaje
debo resistirlo…me he quedado sola
y aunque persista mi amor, en darme coraje
perdida en el mar…me hunden sus olas

Vana insensatez… el alma se debate
en un cúmulo de extrañas sensaciones
nada es igual y por más que me maltrate
sigo presa de tu amor y mis visiones


UN PIBE ABANDONADO

Pobre pibe abandonado
a la vera del camino
¿Quién forjó tu cruel destino…?
¿Quién fue ese ser malvado
que así te dejó olvidado
y sumido en la pobreza…?
¿De quién la mala cabeza
que no tuvo el pensamiento
de adivinar el tormento
que te iba a dar su crudeza?

¿Quién tuvo la culpa… dime
de que arrastres tu indigencia…?
¿A quién le faltó consciencia
que tu penar no redime,
y que tampoco adivine
que mendigando tu vives…?
¡Tú al igual que tantos pibes
no tenés calor de Madre,
ni tampoco tenés Padre
que en cuidarte se desvive!


¡Pobre sos! Pobre has nacido
mas la pobreza no mata
Solo el destino desata
pobreza en el ser caído.
No ser de Madre, querido
es dolor que no se olvida.
¡Más se vos pibe en la vida,
bueno, en tu cruda pobreza.
Jamás pierdas la cabeza
y habrás curado tu herida…!

TU VIVIRÁS



Miro a través de la ventana… la calle desolada
el día está triste…no dan ganas de salir
el sol apenas ilumina…no calienta nada
y una desde adentro…no sabe que sentir

Me quedo silenciosa…pensativa…anonadada
recién comienza la mañana…no se que hacer
solo te pienso…te pienso… y me siento acompañada
por esta loca idea …tal vez te pueda ver

Quisiera escuchar tu voz un instante solamente
y volver a sentir lo que antes yo sentía
pero no…nunca mas podré verte…solo en mi mente
tu vivirás todas mis noches… y mis días …!.

EN EL CIELO

La noche se mece airosa en el cielo
Sus estrellas plateadas te dejan soñar
Y buscas en ellas tu paz y consuelo
Fingiendo que al verlas no has de llorar

La luna ilumina su curva sonrisa
Posa su luz en tu alma y te hace vibrar
Sientes en tu cuerpo la dulce caricia
del ser que desde arriba te ha de mirar

Tus ojos se elevan y miran al cielo
tu ser preparado para el encuentro está
y es tanto tu afán…tu angustiado desvelo
que aferrado a una estrella…a tu amor encontrás

A MI HIJA MARGARITA

Quiero contarte amada hija mía
la inmensa pena que me abraza el alma
he querido morir…la noche es fría
más pienso que te tengo y que me amas

Es que no puedo salir de este pozo
y a pesar de poner fuerza y esmero
siento que día a día me destrozo
las fuerzas se me van…y desespero

Te tengo lejos mío y es muy triste
tu beso diario de amor me daría
esa paz que no siento…porque él no existe
y nunca más será mi compañía

Pero te tengo a vos hija del alma
sos la estrella que Dios puso en mi vida
siento por tu compañía paz y calma
ojalá me ayude a cerrar mi herida

PENSAMIENTOS

El Alma es una página invisible que nunca se termina de escribir y el pensamiento fluye...fluye
a cada instante y se transforma en ideas que se aunan insistentemente como si fuera el corazón
del cerebro, que en su flujo y reflujo...la idealiza y la eleva en un soñar sin barreras, donde el amor surge con fuerza maravillosa, porque es el sentimiento que como una vorágine, aprisiona
los sentidos con mayor intensidad...y todo lo comprende...lo perdona...y lo deja inmerso en una profunfa ternura .-

17/6/10

NATURALEZA

Juega el viento entre las ramas
del follaje inmenso y verde
mientras el cielo ya pierde
sobre las dulces retamas
los colores que amalgama
la llegada de la noche
Una estrella como broche
en el cielo ya se enciende
mientras la luna desprende
su claridad de fantoche..!




Mientras arriban menean
la luna con las estrellas
contemplan la noche bella
dos seres que se pasean
porque en su amor no los vean
más que la noche y la luna…
Ya no cruje rama alguna
y el silencio es poderoso…!
El amor dialoga ansioso
¿Cuál éstas almas…? ¡Ninguna…!




Y bajo la luz de plata
un amor maravilloso
nació en un beso precioso..!
Mientras la vida desata
sobre la tierra insensata
sus volátiles deseos
Dos almas en un paseo
hacia el amor infinito
dejaron por fin escrito
su amor en letras de fuego…!

16/6/10

MIS ESCULTURAS

He querido mostrar en estas páginas de mi blog, no sólo mi faz espiritual, sino también el amor que siento por el arte, por el dibujo, y por las esculturas, porque es hermoso lo que se siente cuando uno tiene entre las manos arcilla, y lentamente le va dando la forma de lo que quiere plasmar en esa masa blanda y pegajosa, que de a poquito se va tornando en lo que uno se esmera por darle vida.
Más que el mérito del premio obtenido, que ya es mucho, aflora la emoción de la obra terminada, que perdurará en el recuerdo de nuestros seres queridos.

VIA CRUCIS

VENUS

9/5/10

INSOMNIO



¡No sé...! ¡No sé...! Estoy sola... tengo miedo
de sombras que me envuelven mortecinas
silencio de las horas de desvelo
que siguen a mi mente que imagina...!

Veo rostros donde la luz titila
parpadeantes como ojos adormidos.
Oigo voces y cuerpos que desfilan
silenciosos... con pasos muy medidos...!

¡Y hundo entonces el rostro en la almohada
como huyendo de sombras que me abruman...!
¡Pronto mi mente en dulce sueño nada
y el silencio y la noche... se conjuran...!

PEDAZO DE CIELO

Pedazo de cielo perdido en la noche
vagando entre estrellas me hace soñar
que mi dulce amado prendido cual broche
en una de ellas…me pueda mirar


Ilusión que aflora al morir la tarde
y el silencio se agudiza…te hace llorar
vives pensando como es que siempre arde
la eterna llama votiva para amar


Soñar…soñar es solo lo que me queda
pensar y pensarte y volverte a pensar
y la mente tristemente se acomoda
solo que el alma no deja de llorar

8/5/10

TE NECESITO

¡Ven..! ¡Necesito tenerte cerca mío..!
Sentir en mis ojos tu ardiente mirada
para alejarme del mundo embelesada
y olvidar que me opresiona hoy el astío..!

¡Ven..! Que en calor de tus abrazos espero
la dulce caricia que me alegra el alma
Fuego divino es tu amor que tan bien calma
la amarga pena en que hoy me desespero..!

¡Ven..! Tengo miedo de ésta extraña soledad
que me cerca en el peor de mis momentos..!
Solo tu puedes lograr...y no te miento
que sea mi vida una bella realidad...!

PENSAMIENTOS

Si la noche vela tu insomnio, y tus párpados se niegan a dormir, a lo mejor, en ésa extraña soledad que brinda el silencio inigualable de las horas, que van pasando inmutables a tu sentir, pueda ser la agradable compañía que te brinde sosiego, hasta que despunte el alba, y así, no te sentirás tan sola en un nuevo amanecer.-
La lectura, es la silenciosa compañía que nunca te abandona.-

PENSAMIENTOS

No hay realidad más hermosa que poder penetrar el sentimiento humano,llegar hasta el fondo más sensible del alma, arribar a lo más profundo del corazón, en un palpitar que estremece los sentidos, y hace que su tic tac acompasado, nos eleve en una inmensa ensoñación.-

LA LLUVIA

La lluvia en su tic tac acompasado
golpeando en el cristal de mi ventana
es otro reloj más que ha marcado
la triste soledad de ésta mañana

Parece que ése cielo entristecido
a la par de mi pena va llorando
y los truenos también como quejido
a mi dolor...su ruta va marcando

El sol que entre las nubes temeroso
se asoma por instantes parpadeante
envía hacia la tierra quejumbroso
un rayito de sol a cada instante

El cielo que hasta entonces entristecido
se hallaba oculto tras las nubes grises
corrió las sombras que lo habían ceñido
y el arco iris surgió...no te desmoralices...!

¡EL MALDITO PUCHO...!

Entró el silencio en mi alma solapadamente
ya tu voz no llega hasta mí...ya no te escucho,
me parece mentira que tu vivas en mi mente
y que te haya arrancado de mí...un maldito pucho...!

¿Que pasión desata en el ser el cigarrillo...
que a tal punto obnubila el razonamiento...?
¡Todos saben cual es su fín...que no es sencillo
pero sumen al ser que aman...en un tormento...!

Mientras el humo del cigarrillo lo envuelve
el ser se complace...lo aspira...y expira,
y en ese flujo constante, la muerte vuelve
te arrebata...y en un triste cajón te tira...!

29/4/10

PENSAMIENTOS

Cuando llega una hora en el día, en que no sabes como convivir con tu tiempo, y te sientes perdida en tus ideas ...un libro es la maravillosa compañía silenciosa que está siempre a tu lado, sin reproches y que te ayuda a sosegarte...pués bien, yo quiero ser ese libro lleno de ternura que con palabras armoniosas, te haga emocionar y pensar que no todo en la vida está perdido..!

PENSAMIENTOS

Pensar...pensar...sin que nadie te interrumpa, sentada en tu sofá, mirando el infinito, te hace sentir como que tu alma fluye dulcemente entre extrañas sensaciones, y buscás en ése instante algo que la contenga, algo que disipe su entorno...entonces ahí quiero estar yo con mis poesías, para hacerte la compañía necesaria, en ésa transición de un nuevo día.-

25/4/10

HE LEIDO ESTO....Y ME ATRAPÓ...QUIERO QUE LO SEPAS

La Sra RITA LEVI-MONTALCINI, Neuróloga italiana y Premio Nobel de Medicina en l986 dijo éstas sabias,maravillosas y exáctas palabras, para recordarlas:

HAY QUE MANTENER EL CEREBRO ACTIVO....ILUSIONADO....HACIÉNDOLO FUNCIONAR, ASÍ NUNCA SE DEGENERARÁ,PORQUE HAY QUE ESTIMULARLO SIEMPRE, Y LA CLAVE DE TODO ÉSTO, ES TENER CREACIONES...PASIONES...!
¡PORQUE EN LA VIDA TE PUEDEN PROHIBIR TODO....MENOS PENSAR...!

¡SABIAS PALABRAS PARA RECORDAR..!

LAS HERMANAS

Cecilia y Marisol eran dos hermanas tan diferentes en cuanto a su aspecto y a su personalidad, que no parecían ser hijas de una misma madre.
Rosaura, la madre, era alta, delgada y de pelo renegrido. En cambio Juan, el padre, era rubio, de ojos celestes y muy buen mozo. Formaban los dos una linda pareja.
Como si hubiera sido algo premeditado, Cecilia era igual a su madre y Marisol se parecía a su padre y, como ambos tenían diferentes formas de reaccionar, ellas habían heredado sus defectos y sus cualidades.
Rosaura era enérgica, de carácter decidido y rápida en sus decisiones, en cambio, Juan pensaba mucho antes de tomar cualquier resolución.
Las hermanas no se tenían profundo afecto, siempre estaban discutiendo y tenían ideas tan diferentes, que terminaban distanciadas.
Cecilia ya había cumplido veinte años y Marisol, veintidós y Rosaura no había conseguido que ambas se quisieran como deben quererse dos buenas hermanas, que se pelean y se reconcilian como si nada hubiera pasado.
Pero las cosas iban mal, ninguna de las dos ponía nada de su parte que las tranquilizara, a tal punto que Rosaura tuvo que separarlas de dormitorio. Lo que a una le gustaba aquí, a la otra le gustaba allá. Era una eterna y aburrida discusión diaria, a la que ella quiso poner fin, dándole a cada una su lugar íntimo.
Marisol era muy celosa de Cecilia y la controlaba en todo, de modo que al tener ahora cada una su lugar propio, se calmarían los ánimos.
Un día apareció Cecilia con la noticia de que hablaba con un joven, al que pretendía presentar a sus padres. Entonces, Marisol le reprochó el no haberle comentado que lo había conocido.
-¿Cómo voy a contarte algo, si cuando dormíamos en la misma habitación te molestaba hasta que te hablara? Bueno… ahora que estás sola ¿te molesta también que no te hable…? –dijo Cecilia.
-¿Sabés una cosa Marisol…? -agregó Cecilia -Como hermana no tenés el más mínimo sentimiento afectivo, ¿qué querés entonces que me induzca a decirte nada…?
Rosaura, al entrar, escuchó lo que decía Cecilia a Marisol y se entristeció al ver que sus hijas se distanciaban cada día más y que ella nada podía hacer para remediarlo.
-Mamá –exclamó Cecilia al verla- ¿mañana, que es domingo, puedo traer a mi novio para presentártelo…?
-Pero sí, hija mía, si ya lo considerás tu novio, claro que quiero conocerlo. –le respondió.
-Entonces avisale a papá que no salga porque esta noche voy a bailar y volveré tarde para decírselo yo.
-Bueno mi amor, andá a pasear que mañana será un gran día. –y al ver que Marisol salía de la habitación enojada, se acercó a Cecilia y abrazándola, le preguntó con ternura: -¿Qué pasa entre ustedes, Cecilia?
-Contra ella no tengo nada, pero todo le fastidia, todo lo que hago y digo. Dormíamos juntas y quiso tener habitación aparte, no quería charlar conmigo cuando nos acostábamos, como lo hacen mis amigas con sus hermanas, y todo lo que yo hacía le molestaba.
-Es cierto, tu hermana está cada día peor y no puedo llegar a su alma porque ella no admite la confidencia y me aleja diciéndome “mamá no te metas”.
-¡Ya ves, no es culpa mía, mamá! Además no es capaz de tener una amiga mucho tiempo, siempre se pelea. A mí me hizo sufrir mucho, pero ya no se lo voy a permitir más. Lo malo es que ella me busca para discutir.
-Bueno, ahora pensemos en vos y en tu novio… ¿cómo se llama?
-Andrés, mamá. Y te va a gustar porque es muy buena persona, de buenos sentimientos y respetuoso de la familia.
¡Ah!... eso me gusta -dijo sonriendo Rosaura -son los valores más importantes de una persona.
Cecilia se despidió de su madre y fue a encontrarse con Andrés.
Rosaura subió a la habitación de Marisol y la encontró acostada.
-¡Pero hija! ¿Qué hacés acostada? ¿No vas a salir a pasear?
-¿Mamá a qué viniste? ¿A molestarme?
-¡Cómo me decís semejante cosa Marisol!
-Es que estoy de mal humor y vos venís a ponérmelo peor.
-Estás equivocada hija mía. Yo vengo a entender qué te pasa… vengo a ayudarte a que te sientas mejor.
-Mamá, yo no necesito tu ayuda ni la de nadie. –acotó Marisol despectivamente.
-¡Linda forma de contestar! –agregó Rosaura. –Pero soy tu madre y te perdono tus malas contestaciones. Pero con ese carácter agresivo, no vas a conquistar a ningún muchacho.
-Claro… como Cecilia, que es menor que yo, ya tiene novio, vos venís a molestarme con eso ¿verdad mamá?
-¡Oh! ¡Qué disparate! –Agregó Rosaura -¿Cómo decís eso? ¿Cómo podés pensar que me acerco tan sólo para molestarte? ¿En qué cabeza cabe tal idea?
-En la mía -dijo Marisol. –Y andate que quiero dormir.
Amargada, Rosaura salió de la habitación, sin ganas de seguir hablando con su hija. Pensó que Cecilia tenía razón, que Marisol sólo abría la boca para lastimar.
Por suerte, en ese momento llegaba su esposo y se sentó con él en el living.
Ellos eran felices y se llevaban muy bien. No entendía a quién había salido su hija.
El domingo llegó pleno de sol y con buen tiempo. Cecilia presentó, emocionada, a su novio.
La mesa estaba servida y Marisol no bajaba Entonces empezaron a comer sin ella.
Cuando apareció, Cecilia le presentó a Andrés y la invitó a compartir la merienda.
Todo transcurrió en paz, por suerte. Pero cuando Andrés se retiró, Marisol no pudo con su genio.
-Está bastante bien tu novio, es muy buen mozo y agradable, a éste te lo roban enseguida. –dijo riendo a carcajadas.
Cecilia la miró disimulando su fastidio, por respeto a sus padres y le contestó sonriendo irónicamente:
-Al menos yo tengo algo en qué preocuparme… ¿vos no te aburrís por no tener nada?
Cecilia salió un rato a la calle, le asfixiaba la conversación con Marisol.
Rosaura y Juan retaron a su hija y trataron de hacerle entender que con su agresividad, no iría a ninguna parte y que de esa forma, estaba perdiendo el cariño de su hermana.
Marisol se levantó fastidiada, dijo que tenía que salir, tomó su cartera y se fue.
Al salir, vio que su hermana estaba charlando con una vecina, en la vereda de enfrente, pero hizo como que no la vio y paró un taxi.
Cecilia se despidió de la vecina y entró a su casa. Sus padres seguían aún sentados en el sofá, charlando animadamente, y se sentó frente a ellos, con la felicidad de una hija que tiene los padres que ama.
Pasaron dos años. Cecilia estaba preparando los detalles de la boda. Andrés había comprado un coqueto departamento y ya tenían todos los muebles. Sólo faltaba la boda y disfrutarlo con amor.
Y llegó el momento tan esperado por los novios. La boda fue hermosa e inolvidable. Y luego, partieron embelesados en viaje de luna de miel.
Marisol disfrutó la fiesta de casamiento. Y quiso, la varita mágica que Dios desde el cielo dirige, que conociera un muchacho.
Rosaura y Juan vivieron ese momento con felicidad, pero nada le comentaron de sus sentimientos a Marisol. Sabían del mal carácter de su hija y pensaron, acertadamente, que a veces es mejor callar y esperar.
Tomados del brazo, Rosaura y Juan salieron a pasear y en su ir y venir, por esas calles tan caminadas, pensaron en sus hijas y, con cierta tristeza, en esas dos hermanas, de las cuales una ponía lo bueno y la otra, lo malo.
-¿Cambiaría el amor a Marisol? -pensaron Rosaura y Juan, mientras se perdían en la distancia, disfrutando de la calidez de la noche.

EL IMPACTO

Después que papá sufriera ese derrame cerebral, nos parecía imposible su lenta y efectiva recuperación. Pensar que estuvimos toda aquella noche esperando su deceso y Dios quiso dejarlo con nosotros.
Luego, su recuperación fue lenta, pero, de a poco, fue mejorando. Desgraciadamente era asmático y esa enfermedad lo tenía a mal traer. El médico nos aconsejó que nos mudáramos a un lugar más abierto, con terreno, de modo que el aire puro le diera las fuerzas que no tenía.
Nosotros vivíamos en un departamento y la plaza, aunque quedaba a dos cuadras, de nada le servía a papá porque no podía caminarlas por su enfermedad.
Le comentamos esto a un amigo que vivía en un hermoso barrio, cerca del aeropuerto de Ezeiza, donde el verde y el aire puro lo iban a restablecer ampliamente. Sería como tener una plaza en la casa, para nuestro uso.
Nuestro amigo nos consiguió un chalet que era de un matrimonio con un bebe de un año, que ya no podía pagar ese alto alquiler. El chalet tenía living comedor, cuatro dormitorios, baño completo, toilette, una gran cocina, con alacenas, dependencias de servicio y lavadero y un terreno de mil metros cuadrados.
-¡Cómo! –pensaba yo -¿Esta pobre familia vive en semejante chalet con un bebe?
-Y la política es así. –nos comentó nuestro amigo. –Distribuye mal las cosas.
-Ellos quieren permutar por algo en la capital. –nos dijo.
Y… ahí nomás se hicieron las presentaciones del caso. Nosotros nos quedamos maravillados con el chalet y ellos encontraron en nuestro departamento lo que necesitaban: poco alquiler y vivir en la Capital Federal.
Pero todo no terminaba ahí. El barrio pertenecía al Ministerio de Hacienda y había que hacer trámites para conseguir que se otorgara la permuta..
Con el certificado médico de papá y todos los antecedentes sobre su precaria salud, me dirigí, esa mañana, al Ministerio de Hacienda, a pedir una entrevista con el Ministro, ya que esa era la única forma de acceder a ese barrio.
Viajé en colectivo y luego en subte, hasta Plaza de Mayo.
En el subte estaba tan absorta pensando cómo iba a conseguir esa entrevista, que no miraba a nadie.
Pero, en un momento en que levanté mi vista, me sorprendió la mirada fija de un joven sentado frente a mí.
Turbada por el hecho, bajé rápidamente mis ojos hacia el piso, pero, cada vez que los levantaba, estaban los de él mirándome dulcemente.
Era un joven buen mozo y elegante, con su impecable traje y su sobria corbata.
Por suerte, llegamos a Plaza de Mayo y, luego de mirarme nuevamente, se levantó y desapareció de mi vista, entre la gente.
Notó que yo no correspondía a sus gestos. ¡Cómo iba a hacerlo si era casada…!
Pero, en mi apuro por llegar al Ministerio, me olvidé por completo del incipiente galán y me dediqué a lo mío, que era bastante importante.
Subí al piso indicado y, cuando estaba llegando a la Secretaría, para pedir al secretario la entrevista con el Ministro, un temblor me invadió de repente y tuve que aspirar un rato, para seguir mi camino.
Los nervios de pensar a lo que iba, me traicionaron de golpe. Serenándome, me dije: -pensá en tu papá. El miedo desapareció pensando en él.
Llegué a la puerta indicada y golpeé, ya, más serena. Cuando vi la sombra de alguien, que se acercaba a abrirla, tragué aire y me dije –“fuerza”.
Cuando la puerta de la secretaría se abrió, me quedé paralizada y los colores subieron a mis mejillas. El joven Secretario del Ministro era el muchacho del subte quien, al verme, sonrió complacido y me invitó a pasar.
-Pero, qué casualidad.¡Siéntese…siéntese! –me dijo amablemente.
Yo me senté frente a él y, al verlo, me serené. Era como si él hubiera sido un conocido. Eso me alentó a contarle el problema por el cual yo había ido a solicitar la entrevista.
Me escuchó atentamente, hasta cuando yo le aseguraba que en la permuta no había dinero de por medio, sino necesidades perentorias de ambas partes.
Le expliqué que el señor del chalet ya no podía pagar más el alquiler, que ya debía tres meses y que no tenía trabajo. Y, también le dije que mi papá necesitaba cambiar de aire urgente, por su delicada salud.
Me escuchó atentamente y, con una agradable expresión de sus ojos, dijo: -Hoy las entrevistas están completas, pero voy a hacer algo por ud.. Siéntese. –agregó, acompañándome a un hall, entre la secretaría y la oficina del Ministro. –No sé dentro de cuanto tiempo la voy a hacer pasar, pero voy a intentarlo. Voy a ver a cual de los que entrevistará el Ministro hoy, puedo pasarlo para otro día.
Me quedé emocionada por su gesto. ¿Tanto le había impactado, para que él hiciera esto por mí? –pensé, mientras esperaba sentada en el hall.
Creo que estuve más de una hora esperando. Cuando él me dijo que pasara, mis piernas estaban duras, acalambradas de tanto estar sentada. Creí que no podría caminar…Haciendo un esfuerzo, me levanté y fui hacia el despacho del Ministro, que estaba parado al lado de su escritorio.
Me invitó a sentarme y, como quien tiene poco tiempo para atender, me preguntó cuál era mi problema.
Entonces le conté, en forma breve y concisa, aunque sin omitir detalles, aclarando absolutamente que, en tal permuta, no corría dinero de por medio –ya que ese detalle era primordial. Las casas no podía ser vendidas, así lo establecía una cláusula del otorgamiento de las viviendas y debía ser respetada.
Concluida la entrevista, me saludó, dándome la mano y me retiré.
El Secretario me estaba esperando y le conté cómo había sido la conversación.
-Bueno, quédese tranquila. Me ocuparé de que el Ministro permita que la sección Viviendas del Estado atienda su pedido.
Me pidió mi teléfono, mi dirección y la dirección del chalet del barrio, que yo solicitaba.
Me estrechó la mano, con una agradable sonrisa en sus labios y me despidió hasta su llamado. Nada me dijo de la casualidad del encuentro, en ese momento, tal vez porque yo le había dicho que era casada, pero… me dio su tarjeta personal.
Me fui a casa enseguida. Deseaba contarle a mi esposo todo lo sucedido. Mientras viajaba, le agradecía a Dios por ese encuentro con el joven del subte. ¡Eso era como un milagro...!
Pasaban los días y yo, ansiosa esperando el llamado. Recién el día jueves sonó el teléfono y la voz de él me informó que el día lunes tendría una entrevista con el jefe de la Sección Viviendas del Estado.
Mi alegría era tan grande, que le agradecí varias veces su ayuda y acordamos que él me esperaría el día lunes a las 13.00, en el 2do. Piso del Ministerio para presentarme al Jefe de Viviendas.
La semana me pareció más larga que otras, no llegaba nunca el lunes. Los días me parecían interminables por la ansiedad que yo tenía.
Por fin, el lunes a las 13.00 estaba yo, en el 2do. Piso del Ministerio y, ahí, estaba él, esperándome.
-Hola –me dijo, acercándose. -¿Qué tal, sra. Graciela?
-¡Bien… bien nerviosa, digo…!
-No se ponga así, ya hablé con el Jefe, le dije que ud. es conocida mía, de modo que debemos tutearnos. Yo me llamo Andrés.
-Sí, ya lo leí en su tarjeta.
-Bueno, tratá de familiarizarte con el tuteo porque, si me decís Ud., va a desconfiar de que somos amigos.
-Tenés razón. –y luego de charlar un rato, me llevó a la oficina del Jefe, con quien tuve una extensa conversación. Me pidió que compareciera con el inquilino del chalet, con todos los papeles del mismo.
Además, me dijo que no se podía permutar una casa del Estado por una particular. Sentí que mis ilusiones se iban al suelo, pero Andrés, después de despedirnos del Jefe, me dijo: -Dejá Graciela, de eso me ocupo yo.
Salimos y fuimos hasta su despacho, ahí conversamos largamente.
Me dijo que yo le había impactado profundamente el día que me conoció y que, desde ese día, no podía sacarme de su pensamiento.
-Te agradezco tus palabras -le contesté. –Pero soy casada, bien casada y tengo dos hijos.
Él se levantó y yo hice lo mismo. Me acompañó hasta la puerta y me saludó sonriendo.
-Andá tranquila. De algún modo, voy a solucionar este problema. Dejame pensar cómo, yo te vuelvo a llamar. Y, dándome un beso en la mano, me despidió.
Salí temblando de nervios, por lo que él me había confesado.
-Qué mala suerte –me dije –mezclar las cosas justo ahora. ¿Por qué me habrá confesado sus sentimientos justo ahora?
Cuando llegué a casa, le conté todo a Rolando, mi esposo. El sabía muy bien cómo era yo, de modo que como si fuéramos dos amigos charlando, hablamos profundamente sobre el tema. El sabía que yo saldría bien del problema. Pero lo angustiante era el otro inconveniente, el de la prohibición de la permuta.
Además, para mi desgracia, mi departamento era propiedad del entonces Ministro de Trabajo y no permitía la permuta.
¡Más problemas no podía tener!
A la semana siguiente fui al Ministerio con el dueño del chalet. Él hizo la declaración jurada, en la que declaraba que sólo permutaba su casa por la mía por necesidad, ya que no tenía trabajo y en la capital su situación cambiaría para bien.
Lo mismo declaré yo y salimos de la oficina. Me despedí del señor y fui rápidamente a la Cámara de Alquileres, dónde presenté una nota gestionando la permuta de una vivienda del Estado por otra particular.
El Ministro de Trabajo había dado su negativa a dicha permuta porque él pensaba vender el edificio y, ante tal hecho, fui a ver a Andrés, quien me recibió enseguida.
Cuando le conté que mi esposo había ido a ver al dueño de nuestro departamento y que su secretario se limitó a transmitirle su negativa a tal permuta, Andrés se puso a pensar y, luego, me tranquilizó.
-Deja esto por mi cuenta, dame las fotocopias de los papeles que presentaste en la solicitud de la permuta, en la Cámara de Alquileres.
-Los tengo aquí, en mi carpeta –le dije.
-Bueno. Dámelos –y mandó a su empleado a fotocopiarlos.
Luego, cuando el empleado regresó, me dio los míos y él armó una carpeta. –Bueno, ahora me voy a ocupar. Andá tranquila. Apenas tenga noticias, te llamo.
Traté de irme enseguida para evitar que él volviera a hablarme y, saludándolo, me fui.
Pasó una semana interminable. Tenía miedo del dictamen de la Cámara de Alquileres. Seguramente iban a favorecer a un Ministro de Trabajo y no a una desconocida como yo.
El día lunes amaneció hermoso, con fresca temperatura. A eso de las 10.00 de la mañana sonó el teléfono, corrí para atenderlo y, tratando de disimular mi ansiedad, atendí. Era Andrés, que me pedía que fuera al Ministerio con la carpeta completa del chalet y de mi departamento.
Tomé un remis, para llegar lo antes posible y lo logré. Subí a su oficina y, ahí, me recibió con una amplia sonrisa y gesto triunfador.
-¡Ganamos…! –me dijo. –La permuta está otorgada. Este es el primer antecedente de una permuta de una casa del Estado por otra casa particular.
Yo tapé mi boca con mis manos, en un gesto de estupor… no podía creerlo… Él lo había conseguido. Mi otro yo lo habría abrazado de agradecimiento, pero me contuve y estreché sus manos, emocionada, mientras caían lágrimas de mis ojos.
-¿Cómo… llorando…? ¡No…No! El premio a mi buena noticia debe ser una sonrisa.
Y Juntos fuimos a la Oficina de Inmuebles del Estado, donde Andrés completó el trámite final de la permuta.
El Jefe de Inmuebles era un hombre fastidioso. Trataba de encontrar algo en el expediente, como para entorpecer el trámite.
Andrés, luego de decirle algo que yo no escuché, me tomó del brazo y salimos de la oficina.
-Ahora, te invito a almorzar y no acepto negativas –me dijo, sonriendo.
Pensé rápidamente que no podía decirle gracias y chau. Lo que él había hecho para conseguir tal permuta, sabiendo que mi departamento era propiedad de un ministro, lo sabía sólo él. Yo no quise preguntarle. Entonces, conociéndome cómo era, acepté la invitación, como quien acepta la de un gran amigo.
Fuimos a un restaurante. Él eligió una mesa al lado de la ventana, desde donde se apreciaba ampliamente la Plaza de Mayo, que, con su verde arboleda, recreaba la vista.
Fui sabiendo que él me iba a volver a hablar de sus sentimientos, pero yo tenía que ingeniármela para zafar, sin ofenderlo.
Y así fue, me dijo cosas muy lindas, con respeto. Me contó que, durante este mes y medio que había durado el trámite, él se había hecho ilusiones conmigo porque yo era la clase de chica que a él le gustaba. Y elogió mis ojos, mi rostro… mi cuerpo…
Yo me sentía mal por tener que decirle que no podía tener una relación con él porque estaba casada y mi vida matrimonial andaba sobre rieles. ¡En ese momento deseaba haber sido soltera para no herirlo, no se lo merecía!
Como pude, con buenas y sabias palabras, que dicta la conciencia, traté de llegar a su corazón, de modo tal que mi negativa no lo lastimara.
Después de un almuerzo, que duró dos horas, nos fuimos, como amigos, sintiendo que algo que él quiso que fuera, no pudo ser.
Nos despedimos hasta el miércoles, día que el jefe de Inmuebles había previsto para la adjudicación de la vivienda.
Andrés me dijo que si ese día yo tenía algún problema, fuera a buscarlo inmediatamente. Y me dio un beso en la mejilla, como despedida.
Subí a un taxi y me perdí por las calles de Buenos Aires, mientras él me miraba partir.
Cuando llegué, le conté todo a mi marido. El aprobó mi comportamiento.
Llegó el miércoles. Ese día me acompañó mi esposo. De común acuerdo, compramos un juego de lápiz y lapicera Parker, de oro, para regalarle a Andrés, en agradecimiento por todo lo que había hecho por nosotros, o mejor dicho por mí.
Al llegar al piso de Inmuebles, nos encontramos con el jefe, quien había estado hablando con el inquilino del chalet. Nos dijo que no confiaba en que la permuta se hiciera sin dinero, poniendo, de este modo, nuevamente, una traba en la operación.
Mi esposo le aseguró que no eran ciertas sus sospechas y, mientras ellos hablaban, yo fui a buscar a Andrés.
Apenas vio mi cara, se dio cuenta de que algo pasaba.
-¿Y, ahora qué pasa…? –preguntó, extrañado, luego de saludarme con un beso de amigo.
Cuando le conté la historia que estaba haciendo el Jefe y su desconfianza, bajó conmigo, con verdadero fastidio.
Llegamos a la oficina, él entró solo. Yo no sé qué habrá dicho ahí adentro, pero, luego de diez minutos, el Jefe salió con los papeles y nos dijo: -Ahora pueden pasar por la caja 2, pagar lo adeudado del chalet porque ya está a nombre de ustedes dicha propiedad.
Yo miré a Andrés y sentí ganas de abrazarlo, pero, simplemente, le entregamos, con mi esposo el regalo. Cuando él lo vio, no quiso aceptarlo. Pero mi esposo le insistió de tal manera que lo recibió.
Nos acompañó hasta abajo, hasta la Caja 2, para concluir el trámite.
Mientras mi esposo efectuaba el pago, en la caja, Andrés me dijo que nunca me olvidaría y que, realmente, se había enamorado de mí.
-¡Qué suerte tiene tu esposo de que vos lo quieras! Te agradezco el regalo y cuando escriba, pensaré que tengo mis dedos entrelazados en los tuyos y que en algo quedamos unidos, sin que nadie nos separe. ¡Hasta siempre, mi amor! – me dijo, alejándose de mí.