31/7/12

A MI PADRE



Ayer he visto en el rostro de un anciano
la tierna mirada de mi Padre muerto.
¡Oh! ¡Que extraña sensación! ¡Llevé mi mano
y apreté mi corazón trémulo e inquieto!


¡Quise gritar aquí estoy! ¿Qué esperas Padre?
¡Dame un beso y un abrazo fuerte… fuerte!
¡Mas la mirada del anciano .... inmutable
y comprendí ya... este milagro de la muerte!


Tú llegaste en otro ser así encarnado
para alejar la pena que a mi alma oprime.
¡Tú me vistes ... yo te vi… los dos cercados
quedamos impotentes y mi alma gime…!


Ten piedad de mi dolor ¡No me abandones!
Y desde el Cielo comprende Padre mío
lo que en la tierra hirió nuestros corazones!


Entonces sabrás al fin que no hay razones
para que un corazón sea cruel e impío
¡Por lo sufrido… Papá… jamás perdones!


                           MARGARITA DIMARTINO de PAOLI
                           REGISTRADA EN SAFE CREATIVE